Hace poco menos de un mes la mayoría desconocía la existencia de Daniel Sancho. El hijo mayor de Rodolfo Sancho mantenía un perfil bajo, se centraba en su trabajo como cocinero y no frecuentaba los eventos y las premieres de su padre. Todo cambió cuando, a principios del mes de agosto, saltó la noticia: un joven había asesinato y descuartizado a un médico en Tailandia. Pocas horas después comenzaron a filtrarse los detalles. Este joven era Daniel Sancho, hijo del intérprete, y la historia no había hecho más que comenzar. Cuatro semanas después, sigue estando en boca de todos. Por su confesión, por la cantidad de pruebas en su contra, por su relación con Arrieta, por su ingreso en prisión y por el juicio que tiene por delante. El punto caliente de la información sigue instalado en Koh Samui.
Todo lo que ha ocurrido en este mes ha sido, cuanto menos, trepidante. Informativamente hablando. Hemos asistido a la reconstrucción de un crimen ocurrido a miles de kilómetros de distancia prácticamente a tiempo real. Lejos del habitual secreto de sumario que rige las investigaciones en España, la comunicación de la policía tailandesa con los medios locales ha sido fluida e inmediata. Incluso hemos asistido a una rueda de prensa por parte de los encargados del caso cuando este no estaba ni cerrado. Hemos visto pruebas, indicios e incluso imágenes del único acusado en las escenas donde se cometió el delito. Lo hemos visto casi todo.
Este flujo constante de información ha hecho que también las familias de los implicados se hayan visto en primera página de la actualidad. Silvia Bronchalo, madre de Daniel Sancho, abandonaba su discreción tras años alejada del foco público para situarse ante las cámaras en Koh Samui. Sus visitas diarias a su hijo en prisión hacían que todos nos preguntásemos por el paradero del padre. Rodolfo Sancho no ha viajado todavía a Tailandia pero parece que lo hará en breve. También hemos compartido el dolor de la familia de Edwin Arrieta, que pide justicia para la muerte del cirujano.
¿En qué punto se encuentra la investigación?
No es una pregunta tan sencilla de responder. Las últimas informaciones, filtradas por la propia policía tailandesa, apuntan a que desde la fiscalía se esperará a cumplir el plazo de la prisión preventiva en la que se encuentra Daniel Sancho. Una vez detenido y puesto a disposición judicial, los encargados de instruir el caso del hijo del actor contaban con 84 días para armar las conclusiones. Pese a que en un primer momento, poco más de diez días después de tener conocimiento del asesinato, la policía ya aseguraba tenerlo todo cerrado, esto no ha sido así. Faltaban análisis que hacer, resultados que obtener y testimonios que escuchar. Más pruebas para dar sentido a la primera y única tesis de la policía: Daniel Sancho cometió el crimen en solitario y con premeditación.
Durante la investigación realizada por la policía tailandesa, Daniel Sancho declaraba en un total de cuatro ocasión, por lo que se ha podido saber. En todas o al menos en casi todas, aseguraba haber sido el autor del asesinato de Edwin Arrieta. Declaraciones que, según los portavoces de la familia de Daniel Sancho, todavía no obran en poder de la defensa. Las pruebas en contra del hijo de Rodolfo Sancho son numerosas y contundentes. Así lo ha asegurado la policía, llegando a facilitar un dossier resumen con las principales evidencias.
Desde aquella primera rueda de prensa, poco ha cambiado en la tesis fundamental de la policía. Según se ha filtrado, Daniel Sancho adquirió el material suficiente para acabar con la vida de Edwin Arrieta antes de reunirse con este. Alquiló un bungalow distinto al hotel donde iba a alojarse el cirujano. Se trasladó hasta este bungalow junto a Arrieta. Una vez allí, una fuerte discusión entre ambos que acabó con el médico propinándose un fuerte golpe. No fue este golpe el que acabó con su vida, sino un degollamiento llevado a cabo, todo según la policía tailandesa, por el hijo del actor. Luego descuartizó el cadáver, lo metió en varias bolsas de basura y se deshizo de ella en el mar.
¿Cuál fue el móvil de Daniel Sancho?
La motivación es una de las grandes incógnitas que todavía planean en el caso de Daniel Sancho. No obstante, no es un aspecto principal para la policía tailandesa. Sea como fuere el motivo para cometer el crimen, las autoridades locales tienen claro quién lo cometió y cómo lo hizo. Aun así, de la investigación se deducía que la relación entre Arrieta y Sancho iba más allá que un mero vínculo profesional, como en un primer momento se aseguró. Ambos mantenían una relación que duraba, según se ha publicado, ya más de un año. Varias quedadas solos y con amigos, de las que existen fotografías, lo demostraba.
Según filtraba la policía tailandesa, Sancho habría acabado con la vida de Edwin Arrieta cuando este quiso formalizar su relación. En una de las conversaciones con la policía, llegaría a explicar que estaba esperando a otra persona para casarse en Tailandia y no podía continuar con su relación. Así, al menos, se ha filtrado a los medios tanto tailandeses como internacionales. Sería entonces cuando decidiría cometer el crimen. En una de las primeras declaraciones como detenido, Sancho aseguraría que se encontraba rehén de Arrieta. En una jaula de oro, sí, pero en una jaula.
Las críticas a la investigación llevada a cabo por la policía tailandesa no han sido pocas. Tanto por la información felicitada a la prensa como por la escasa rigurosidad en la conservación de las pruebas. No obstante, en todo momento, desde la familia Sancho se ha querido dejar claro el enorme respeto por las actuaciones llevadas a cabo por la policía. La defensa del hijo del actor se encuentra a la espera de los informes para así poder armar su estrategia.
¿Cuál es la estrategia de la defensa de Daniel Sancho?
Una de las primera medidas tomadas por Rodolfo Sancho tras conocer el ingreso de su hijo Daniel en prisión fue nombrar un abogado en Tailandia para llevar su defensa. Se trata de Khun Anan, el letrado que ha podido reunirse con Sancho en varias ocasiones en la cárcel de Koh Samui. A la vez, también nombraba dos portavoces en España para atender a los medios debido a la repercusión que había alcanzado el caso. Carmen Balfagón y Ramón Chippirás, abogados y criminólogos, han sido la voz de la familia en las últimas semanas. Ellos han sido los encargados de confirmar o desmentir las informaciones que se iban publicado.
Más recientemente, Sancho incorporaba a la defensa de su hijo a Marcos García Montes. El abogado, aunque no pueda pleitear en Tailandia -allí sigue ejerciendo Anan-, sí pasa a formar parte del equipo legal que asesora y representa a su hijo. Un último movimiento destinado tanto a responder a las tesis que mantiene la policía y la fiscalía tailandesa como para lograr el objetivo que parece que tienen entre manos: evitar la condena a pena de muerte. Ese sería el punto principal, al parecer, en el que se encontrarían trabajando.
Para ello, la defensa se encontraría recabando nuevos testimonios previos a la comisión del crimen. Así se publicaba por parte de los periodistas afincados en Koh Phangan. El plazo para que la fiscalía presente el informe elaborado finalizará el próximo 27 de octubre. Será entonces cuando el juez, bien amplíe el plazo si así lo solicitan y considera, bien decrete la apertura del juicio oral y fije la fecha para la celebración. Según barajan los portavoces de ambas familias, esto podría ocurrir a finales de año o principios del próximo.