Zara Tindall ha vuelto a hacer gala de algo que no suelen hacer los miembros de la Familia Real Británica. La sobrina favorita del príncipe Carlos de Inglaterra ha hecho un plan de lo más familiar en el que ha dado muestra de su naturalidad.
La nieta de Isabel II ha acudido junto a su marido y sus hijos a un torneo de golf. Allí la familia ha disfrutado del deporte, Zara ha paseado el carrito de su bebé, su marido Mike no ha dejado de jugar con su hija mayor. Y en todo momento se han mostrado muy amables con quienes se acercaban a saludarles.
La pareja asistió la semana pasada al torneo de Wimbledon. Zara y Mike se mostraron muy cariñosos, hablaron con las personas que había a su alrededor y no perdieron la sonrisa. Además la hija de la princesa Ana hizo gestos tan cotidianos como hacer fotografías del partido de tenis con su móvil.
Gracias a actitudes como esta la prima de Enrique y Guillermo de Inglaterra se ha convertido en uno de los miembros de la realeza británica más queridos. En cada una de sus apariciones tanto Zara como su marido no pierden la naturalidad y en su comportamiento no hay extravagancias ni prohibiciones.
Rompen así con algo tan habitual en la familia real británica como el comportamiento estricto y la obsesión por la privacidad. Dos aspectos que le valen numerosas críticas a algunos de sus miembros como Meghan Markle o Beatriz y Eugenia de York.
Por cosas como esta no es de extrañar que Zara Tindall se haya convertido en la sobrina favorita del príncipe Carlos, en la prima preferida del príncipe Guillermo y en una de las nietas predilectas de la reina Isabel II.