Marie Chantal Miller cumple 55 años este 17 de septiembre, una fecha muy señalada que la princesa celebrará junto a su marido, Pablo de Grecia, y sus hijos. Aprovechando la oportunidad, merece la pena hacer un repaso exhaustivo a la vida de una joven millonaria que lo dejó todo por el amor de un príncipe azul.
Chantal, como la conoce su círculo más íntimo, creció rodeada de lujos gracias a la imponente fortuna de su padre Robert Warren Miller, estimada en 1.500 millones de euros. Aunque nació en Londres, con apenas dos años los negocios de su padre les llevaron a Hong Kong donde vivió una infancia feliz hasta que con el fin del colegio empezaron su formación en el exclusivo internado suizo Le Rosey junto a sus dos hermanas: Pia y Alexandra.
Las tres formaban un tándem perfecto e indestructible, y durante años se convirtieron en las jóvenes más deseadas de la alta sociedad europea. Fue en París donde inició su carrera universitaria aunque un año después se mudaría a Nueva York donde se inscribió en la Academia de Artes de la Gran Manzana y se convirtió en musa del mismísimo Andy Warhol. Una juventud que exprimió al máximo como si de Paris Hilton se tratara, protagonizando imágenes que nada hacían presagiar que solo unos años después se convertiría en miembro de una familia real.
La historia de amor de cuento de Marie Chantal y Pablo de Grecia
Su flechazo por Pablo de Grecia en una cita a ciegas allá por 1992 echaron al traste los sueños profesionales de Marie Chantal, un deseo que ya casada con el primo de Felipe VI consiguió hacer realidad con la creación de su propia firma de ropa. El matrimonio se conoció en el cumpleaños de Philip Niarchos en Nueva Orleans, y desde ese día se convirtieron en inseparables.
Tres años después, la pareja decidía pasar por el altar en una boda que hizo muy feliz a su padre por lo que suponía para el apellido Miller estar ligado a la realeza. Fue tal la dicha del empresario americano que no dudó en financiar el enlace y dotar a su hija con más de 200 millones de libras para que iniciara su nueva vida de casada.
Para Marie Chantal fue muy sencillo adaptarse al protocolo de la Casa Real. Su educación como miembro de la alta sociedad británica fue fundamental. Eso sí, ni siquiera consciente del revuelo que podría causar alguna de sus declaraciones, mantuvo silencio ante lo que para ella era una injusticia. Solo hay que recordar su polémico tweet contra la reina Letizia, una mala relación que ya forma parte del pasado.
Una boda real con 1300 invitados y 300 tartas
Aunque por aquel entonces la familia real griega ya había sido exiliada de Atenas, la ceremonia entre Pablo y Marie Chantal fue un acontecimiento histórico en Londres, hasta el punto que entre sus miles de invitados contaron con la reina Isabel II, quien no solía asistir a este tipo de eventos. Uno de los secretos mejor guardados de toda boda es el vestido de la novia, y Chantal no defraudó: la nueva princesa griega lució un vestido de inspiración clásica firmado por Valentino y velo de cuatro metros valorado en 170.000 euros de la época. Lo coronó con una de las tiaras de diamantes perteneciente a la casa real griega.
La ceremonia tuvo lugar en la catedral ortodoxa de Santa Sofía. Felipe VI ocupó un lugar protagonista como primo del novio y cómplice del idilio de la pareja. Fue el encargado de sostener la corona sobre la cabeza de Pablo de Grecia durante la ceremonia ortodoxa y hacer entrega de los anillos a los novios. Tras esta cita tan solemne, los novios organizaron una recepción en el Hampton Court Palace donde los novios fueron recibidos por un gaitero.
"Lo más sorprendente del día de tu boda es que disfrutas de todo, pero pasan años hasta que descubres el esfuerzo que hubo detrás", confesó la propia Marie Chantal años después a Vanity Fair.
Con la muerte del rey Constantino el pasado mes de enero, Pablo de Grecia acogió el título de Jefe de la Casa Real helena, algo que también se traslada a su mujer. Eso sí, aunque su presencia en las diferentes citas reales son habituales lo cierto es que su papel institucional es mínimo.