Ha sido una de las salidas más informales que se recuerdan por parte de la familia real sueca. Los reyes Carlos Gustavo y Silvia han estado acompañados por sus tres hijos, la princesa Magdalena, el príncipe Carlos Felipe y la princesa Victoria de Suecia para acudir al concierto de Jil Johnson en Estocolmo. Un evento para el que la familia real sueca ha lucido estilismos de lo más casuales, dejando a un lado el protocolo.
A la velada han acudido también Sofía de Suecia, mujer de Carlos Felipe y Daniel de Suecia, esposo de Victoria de Suecia. Las ausencias más sonadas han sido las de todos los pequeños de la familia, a excepción de la princesa Estela, y la de Christopher Paul O'Neill, marido de Magdalena de Suecia.
Sin embargo, lo que más ha llamado la atención de esta velada han sido las continuas muestras de cariño con las que la princesa Victoria de Suecia ha colmado a su hija, la princesa Estela.
Fue hace ya años cuando el rey Gustavo de Suecia tomó la decisión de retirar el título de Alteza Real a la princesa Magdalena de Suecia y al príncipe Carlos Felipe para que así ambos tuviesen mayor libertad a la hora de criar a sus hijos. Esto ha permitido que Magdalena de Suecia pueda vivir en Miami con sus tres hijos, Adriana, Nicolas y Leonor, sin tener que ceñirse al protocolo real, el cual establece que las miembros de la familia real sueca deben residir en el país.
Al ser la princesa Victoria de Suecia la heredera al trono, sus hermanos, ya sin tratamiento de Alteza Real, no tienen que ajustarse a las convenciones tradicionales monárquicas del país y pueden disfrutar de la libertad que en su día pidieron el príncipe Harry y Meghan Markle y que revolucionó la casa real británica.