Victoria de Suecia ha arrancado el año con una agenda de lo más ocupada. Esta misma semana, la heredera al trono sueco acudía a una visita de la federación LGTBI+ con el príncipe Daniel en Estocolmo.
Además, la princesa asistía este miércoles al acto celebrado con motivo de las víctimas del accidente aéreo que tuvo lugar la pasada semana. El funeral ha tenido lugar en la Gran Catedral de Estocolmo y ha rendido homenaje a las 176 víctimas mortales que viajaban en el Boeing 737-800 de Ukraine International que cayó cerca de Teherán (irán) mientras iba rumbo Kiev (Ucrania) poco después del despegue desde la primera ciudad. "Según los datos preliminares, todos los pasajeros y la tripulación están muertos", anunciaba a través de Facebook el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky a la vez que transmitía sus condolencias a los familiares de las víctimas.
Vestida de negro y con un semblante muy serio, la hija de los reyes de Suecia se desplazó hasta el lugar en representación de la Familia Real. Cada año son más los actos a los que la princesa acude en nombre de la Corono, revelando a su padre el monarca Carlos Gustavo que, por el momento, no parece que tenga intención de abdicar. De hecho, el pasado otoño el soberano tomaba una complicada decisión al sacar de la Familia Real a algunos de sus nietos -los hijos de los príncipes Carlos Felipe y Magdalena-, con el fin de acotar el número de miembros pertenecientes a la Corona.
Sin embargo, y siguiendo a otras casas europeas como la española o la holandesa, Suecia no debería tardar en dejar paso a una nueva generación en la que la princesa se convierta en reina de los ciudadanos de su país, un papel que afrontará de la mano de su marido, el príncipe Daniel.