No tuvo tarta, lo que prueba que, o sus amigos no se rascaron el bolsillo, o que fue todo muy improvisado. Victoria Federica celebra hoy sábado su 23 cumpleaños, pero la hija de la infanta Elena y Jaime de Marichalar estuvo cenando anoche con sus amigas y amigas influencers. La cita fue en el madrileño restaurante Allegra, de cocina italiana, situado en el barrio de Salamanca. Justo cuando el reloj marcaba las 12 de la noche y dejó de ser 8 de septiembre para ser ya el sábado 9, apareció un platito con nata y frutas del bosque, y una vela que sorprendió a Victoria Federica. No hubo tarta, es cierto, pero en estos casos se suele convenir que lo que cuenta es el detalle.
Una joven influencer, pero muy tímida
Lo que sí tuvo Victoria Federica es el consabido 'Cumpleaños Feliz', esa canción que a todos nos ruboriza cuando estamos en un restaurante. Y Vic, en el fondo, es una joven muy tímida. La sobrina del rey Felipe se está abriendo camino como influencer, pero es precisamente esa timidez de la que hace gala la que le impide mantener una relación más o menos normal con los medios, una actitud que, sin duda, no le beneficia en absoluto para su carrera profesional.
Victoria Federica, que lucía vaqueros grises, una camiseta blanca de Loewe y una sobrecamisa azul celeste, sopló feliz la vela de su 'no tarta' de cumpleaños. Sus amigos Pati Cabetas y Tomás Páramo compartieron en sus stories el vídeo correspondiente con el momentazo de la noche; vídeo que después compartió en sus redes la propia Vic. Además, fueron muchos los amigos y amigas que la felicitaron a través de las redes sociales, como Bere Lobatón, hija de los periodistas Paco Lobatón y Mari Pau Domínguez.
Apasionada de la moda, aunque a su madre le disguste
La hija de la infanta Elena y su grupo de amigos abandonaron el restaurante y se dirigieron a una conocida discoteca donde siguieron celebrando el cumpleaños hasta altas horas de la madrugada.
A Victoria Federica le encanta el mundo de la moda –sin duda, una afición que ha heredado de su padre, Jaime Marichalar, al que todos los años acompañaba a la Semana de la Moda de París– y es feliz en el universo influencer, algo que, sin duda, disgusta a su madre, que hubiera preferido que su hija hubiera seguido con sus estudios y, sobre todo, que no se expusiera tanto en redes sociales, en fiestas y en photocalls.