La vía de escape de la reina Letizia: el viaje excepcional con el que se ha librado de su penitencia en Mallorca

La reina Letizia (51 años) está viviendo uno de sus veranos más atípicos. Si por algo se caracteriza el día a día de la familia real, también durante las vacaciones, es por tener que cumplir con ciertas tradiciones. En concreto, durante la temporada estival, si algo marca el calendario de los reyes Felipe y Letizia y sus hijas la princesa Leonor y la infanta Sofía, es su estancia en el Palacio de Marivent. Cada año, viajan hasta Mallorca para pasar unos días en familia. En la isla protagonizan algunas apariciones como la que hicieron ayer por la noche junto a la reina Sofía, con la que disfrutaron de una cena familiar.

Siempre se ha dicho que este no es uno de los planes favoritos de la reina Letizia. Todo lo contrario. Viajar a Palma de Mallorca es algo que no espera con entusiasmo. Realmente, su estancia allí no suponen unas vacaciones como tal. Doña Letizia tiene que cumplir con ciertas obligaciones que no le permiten desconectar. A esto hay que añadir que durante sus días en el Palacio de Marivent tiene que convivir con la reina Sofía y otros miembros de la familia de su marido como Irene de Grecia, sus cuñadas la infanta Cristina y Elena y algunos de los hijos de las hermanas de don Felipe. Algo que tampoco permitiría a doña Letizia disfrutar de la tranquilidad que busca.

Los viajes de la reina Letizia a París en plenas vacaciones en Mallorca

Pero este año, sus vacaciones en Mallorca se han visto interrumpidas. En las últimas semanas, la reina Letizia ha viajado en un par de ocasiones a París. Primero lo hizo junto al rey Felipe, con el que acudió a varios actos enmarcados en la inauguración de los Juegos Olímpicos que se celebran en la capital francesa. Después, lo hizo en solitario. La semana pasada, doña Letizia estuvo tres días en París y asistió a varias de las competiciones deportivas que disputaron algunos de los deportistas españoles que participan en las Olimpiadas. Un viaje que supuso toda una vía de escape para ella.

Por un lado, que de forma excepcional haya hecho un viaje en plenas vacaciones en Mallorca, ha supuesto para ella librarse de estar durante tantos días seguidos en el Palacio de Marivent. Por otra parte, ha tenido la gran oportunidad de convertirse en protagonista en un evento en el que no ha dejado de mostrar su imagen más cercana y amigable. Por tanto, la capital francesa se ha convertido en ese destino en el que disfrutar de algunas de esas cuestiones de las que en la isla balear no consigue disfrutar.

Tan solo hay que ver los gestos que tuvo durante sus días en París para comprobar cómo este fue un gran viaje para ella. Con looks cómodos, la reina Letizia vivió los Juegos Olímpicos de una forma todoterreno. No paró. Desde la mañana y hasta la tarde estuvo apoyando a los deportistas españoles. Vio las competiciones, habló con ellos, visitó a compañeros de prensa, se hizo fotos con el público que también disfrutaba de los torneos, lució gafas de sol protagonizando incluso una foto que se hizo viral y dio lugar a memes de lo más divertidos… Doña Letizia dejó un sinfín de anécdotas en París y todas tuvieron algo en común. Se trata de esa calma, naturalidad y buena cara que no siempre luce en Mallorca.

Expertos en Casa Real han destacado en los últimos días lo bien que le ha sentado París a Letizia. Pilar Eyre, en el blog que tiene en la revista Lecturas, comentó la semana pasada que “y ahora ha tenido su explosión en los actos de París. Yo no creo haber visto más guapa a Letizia que con la capucha del impermeable que la organización facilitaba a todos los espectadores, reyes o carpinteros. Pasaba la cabeza cortada de María Antonieta y Letizia aplaudía como si fuera Robespierre”. La clara muestra de cómo ha sabido sacar el máximo partido a los Juegos Olímpicos.

Sin ir más lejos, en la cena de la que disfrutó la familia real el domingo por la noche, la reina Letizia estuvo en un segundo plano. Más seria que en París y compartiendo protagonismo con su marido, sus hijos y su suegra, se le pudo ver más encorsetada que durante su periplo por la ciudad del Sena.

Ahora, si algo espera la reina Letizia, es que terminen sus días en Palma de Mallorca para dar paso a sus vacaciones privadas. Si sigue la estela de años anteriores, la próxima semana pondrá rumbo a un destino desconocido junto a sus hijas y su marido. A finales de mes, la princesa Leonor y la infanta Sofía retomarán sus obligaciones en Pontevedra y Gales respectivamente. Antes de que esto llegue, don Felipe y doña Letizia estarían deseando pasar tiempo de calidad en familia para recargar pilas de cara a un curso que se avecina intenso.