Parece algo baladí pero no lo es. Con el fallecimiento de la reina Isabel II, su hijo, el rey Carlos, asumía uno de los grandes problemas que arrastra la monarquía británica. Es ni más ni menos que su hermano Andrés. El príncipe, apartado de todo tras el brutal escándalo que le rodea, se ha convertido en un invitado más que molesto para el actual rey y su familia. Lejos de obedecer indicaciones y tratar de pasar lo más desapercibido posible, el príncipe continúa con su afrenta contra la monarquía. Haber sido apartado no parece que le haya sentado nada bien.
Si durante el reinado de su madre, el príncipe Andrés acató lo que se le ordenó desde la Corona, no parece que tenga el mismo talante con su hermano. El hermano del rey se ha atrincherado en su residencia y no parece querer seguir las indicaciones del monarca para una mudanza inmediata. Andrés reside en Royal Lodge, un espacioso palacete donde se mudó con sus hijas. También con su ex mujer, Sarah Ferguson, que ha estado viviendo en la residencia.
Ante la crisis organizada a su alrededor, el rey Carlos pretende que Andrés abandone su localización para optar a una más cercana y de menor tamaño. La que abandonaron los duques de Suxxes, de hecho. Cuando Harry y Meghan fueron invitados a prescindir de su residencia en Reino Unido después de su mudanza -y sus escándalos- en Estados Unidos, esta se quedó vacía. Era deseo del rey que allí se instalase su hermano Andrés pero no ha podido ser. Al menos, hasta ahora.
La decisión del príncipe Guillermo y Kate Middleton
Tal y como apunta varios medios británicos, el monarca habría pedido a su hijo mayor y a su nuera que se mudasen de Adelaide Cottage, su actual residencia y donde llevan apenas un año, al Royal Lodge. Se trata de una propiedad mucho más grande y espaciosa donde podrían estar con sus hijos y su numeroso personal. La actual residencia de los Gales tan solo tiene cuatro habitaciones. Los asistentes de los príncipes continúan en Kensington Palace, en las habitaciones que dejaron con la mudanza.
Pero detrás de esta excusa se encontraría el verdadero motivo. El rey Carlos pretendería que su hermano Andrés abandonase su residencia para que se instalase el príncipe heredero. Es ya la última ofensiva en su mano para lograr que el príncipe abandone su refugio. No obstante, no parece que lo vaya a tener fácil. Ni por una parte ni por otra. ‘GB News’ afirma que las intenciones de Andrés es que su actual residencia pase a sus hijas después de su muerte.
Tampoco los príncipes de Gales estarían felices con esta decisión. Robert Hardman, experto en Casa Real, explicaba que Kate y Guillermo se encuentran felices en Adeilaide Cottage a pesar de no ser una propiedad demasiado grande. De hecho, la idea de ambos sería que sus hijos se encargasen de muchas de las tareas de casa para que así se educasen de una forma más parecida la de su madre que a la de los Windsor. Aunque, claro, las intenciones del rey son difíciles de ignorar.
Los meses de baja de Kate Middleton
Estas nuevas noticias sobre el enésimo baile de propiedades de los miembros de la Corona británica llega cuando Kate Middleton sigue recibiendo el tratamiento contra el cáncer que se le diagnosticó. La princesa permanece alejada de los medios y sin agenda oficial. Tan solo hemos podido verla en contadas ocasiones, instantes en los que se ha encontrado bien como para seguir el ritmo de los demás miembros de su familia.
Entre los últimos rumores se situaba que Middleton podría llegar incluso a viajar a París para asistir a los Juegos Olímpicos cuando lo haga el príncipe Guillermo y sus hijos. No obstante, esta previsión puede que no termine ocurriendo. La situación que pasa la princesa es lo suficientemente delicada como para que un viaje de estas características sea demasiado para su salud.
Por el momento, eso sí, las veces que ha aparecido en público, Middleton ha dejado claro que la recuperación está en marcha. La princesa se encuentra fuerte y con un aspecto excelente. Middleton aseguraba que todavía no está fuera de peligro y que debe seguir las indicaciones de sus médicos. También agradecía los muchos mensajes recibidos y el cariño de los ciudadanos.
El ultimátum del rey Carlos III al príncipe Andrés
“Desafortunadamente, si Andrés no quiere irse dentro de un plazo razonable, el Rey podría verse obligado a reevaluar el apoyo que le proporciona. El duque tendría que pagarlo todo con su dinero: seguridad, alojamiento y estilo de vida, algo insostenible a largo plazo. La tolerancia y la paciencia tienen límites”. Era el periódico ‘The Times’ quien hacia saltar la liebre. El rey Carlos III ponía contra las cuerdas a su hermano Andrés.
El príncipe no querría abandonar su domicilio por mucho que así se le indicase. Sin financiación oficial y aislado de los deberes institucionales, Andrés no puede hacer frente a los gastos que supone vivir en una residencia así, no obstante no pasa por su cabeza abandonarla. El hermano del rey afirmaría que su intención es cumplir con el contrato que se le ofreció y que duraría hasta 75 años.
La vinculación del príncipe Andrés con el caso Epstein hizo que saliese inmediatamente de la Corona y dejase de ostentar funciones de representación. Desde entonces, le hemos visto en actos privados de la familia pero también en alguna aparición pública. Su presencia en los fastos del funeral de su madre, Isabel II, causó un enorme revuelo. Despojado de honores, Andrés fue, junto al príncipe Harry, el único que no visitó los uniformes oficiales.
La negativa a abandonar la casa supondría el revés definitivo que rompería su relación con el rey Carlos. El monarca ahora únicamente se apoya en su hermana Ana y en su hijo Guillermo. Su otro hermano, Eduardo, realiza funciones institucionales pero no con la presencia que siempre conlleva la princesa Ana.