La visita a Palma de Mallorca ha dado para mucho. La primera imagen de los reyes Felipe y Letizia en el que suele ser su cuartel general de vacaciones, sobre todo en los últimos años, ha servido también para otra iniciativa. Antes de aparecer ante los medios junto a la reina Sofía, era Letizia quien tomaba un instante de tranquilidad para hacerse una fotografía. No es algo extraño en la reina, claro. De hecho, en las últimas semanas hemos podido ver como tanto los reyes como sus hijas han cambiado completamente su gestión de las imágenes y de los canales de comunicación de Casa Real. Pero esta fotografía tenía otras finalidades.
La reina posaba ante el objetivo antes de reunirse con los representantes de la sociedad balear. Es uno de los clásicos del verano de los reyes. Comienza su etapa en Mallorca, que cada año es más extensa, y lo hacen siempre junto a la reina Sofía. La emérita no pasa por su mejor momento. Muchos sobresaltos en el último año y situaciones muy delicadas han dejado a la reina con un poso de tristeza y preocupación. Los gestos de cariño de su nuera eran comentados por todos. Letizia atiende a su suegra como ya hizo el año pasado con Irene de Grecia.
Pero, ¿para qué era esta fotografía inédita de Letizia? ¿Dónde se puede ver? Todo ha sido por una buena causa. Una que para los sigan las actividades de la reina no les resultará extraña.
La fotografía inédita de la reina Letizia
El compromiso de la reina Letizia con Asociación para la Prevención, Reinserción y Atención a la Mujer Prostituida es firme y público. La reina ha colaborado con esta asociación en diversas ocasiones y con el Día Internacional contra la Trata no iba a ser menos. Este era el objetivo que se escondía detrás de la imagen tomada de la reina, tal y como confirma el portal 'Vanitatis'. Letizia no solo quería colaborar con un mensaje, sino que posaba ante las cámaras para hacer su mensaje más directo.
“Para que en este Día Mundial contra la Trata, APRAMP y todas las entidades de ámbito nacional e internacional que trabajan para erradicar este delito, continúen con su labor esencial para recuperar la dignidad de las supervivientes y evitar el tráfico de seres humanos y su explotación y esclavitud”, reza desde el perfil oficial de la Asociación. La reina reitera su compromiso para erradicar la trata, una de las causas en las que siempre ha colaborado de forma muy activa.
Letizia mira fijamente al objetivo. Imprime un gesto serio y circunspecto. Es un primer plano en el que la reina quiere dejar claro su compromiso. Muy acostumbrada ya a controlar su presencia y las implicaciones que ello conlleva, la reina es especialmente consciente cuando se trata de causas que necesitan de su altavoz. En este caso concreto, de hecho, no es la primera vez que da públicamente su apoyo. En dos ocasiones la reina ha lucido prendas confeccionadas en los talleres que tiene la Asociación.
La vertiente más social de la reina Letizia
Son muchas ya las causas que cuentan con la reina como su mejor portavoz. Especialmente conciencia está con las enfermedades raras, con la salud mental o, como hemos visto, con la trata de mujeres. Sus apariciones en los actos organizados por las asociaciones y entidades especializadas es habitual y permanente. La reina ha hecho de su agenda su mejor legado, algo que ha querido transmitir a todos los miembros de su familia. Sabe que por la posición que ocupa tiene una repercusión muy difícil de ignorar.
Letizia ha logrado algo que, hasta ahora, había estado reservado a los jefes de Estado y no siempre con el mismo éxito. La voz de la reina se escucha. Sus discursos se vuelven virales, sus palabras calan, todo el mundo espera la participación de la reina. No queda lejos cuando su discurso para acabar con “la epidemis del tabaco” se convirtió en la mejor arma para luchar contra esta adicción. La reina comunica mejor que nadie y es un valor en alza.
La reina rompe con el modelo que implementó la reina Sofía. Siempre en silencio y siempre en un segundo plano, la hoy emérita sigue siendo un misterio. Desconocemos qué opina o qué le interesa. Letizia, aunque consciente de su papel, ha ido un paso más allá. O dos o tres. No duda en posicionarse cuando así lo considera. Una vertiente social que hasta ahora pocas veces habíamos visto en la Familia Real.
El mejor ejemplo para sus hijas Leonor y Sofía
A nadie le resulta extraño pensar que la princesa Leonor y la infanta Sofía se miran en el espejo de su madre. Aunque por posición, la heredera al trono siga el camino que marcó su padre, el rey Felipe, la influencia de Letizia no queda atrás. Las hijas de los reyes se muestran cercanas y naturales, espontáneas y educadas. Las pretensiones de la reina de tratar de aislar a sus hijas durante su infancia parece que han dado los frutos que buscaba. De aquellos años alejadas de todo llegan los últimos meses en el foco mediático.
Los Juegos Olímpicos han servido a la princesa Leonor y a su hermana Sofía para brillar en solitario. Han sido las encargadas de llevar el peso de representación y se han metido a los medios extranjeros en el bolsillo. Fanáticas del deporte, resulta más que lógico que sean ellas las que asisten a los eventos y se encuentran con los deportistas. Un reto que están llevan con nota. Solo bastante leer la repercusión en medios fuera de nuestro país.
Ya era hora, por otra parte, que la heredera al trono ejerciese como tal. Desde que Leonor cumplió la mayoría de edad se estaba especulando sobre cómo sería su agenda, cómo llevaría sus actos y si esto iba a ocurrir pronto. La formación militar había dado un período de tiempo suficiente para armarlo y por lo que parece, así estaba ocurriendo en Zarzuela. Este verano era la prueba de fuego. Primero una visita de Estado a Portugal. Luego, traslado a París sin la presencia de sus padres. Leonor es ya una persona adulta.