El estado de salud de la princesa Ana (73 años) sigue manteniendo en vilo a los ciudadanos británicos. El pasado domingo, la hermana del rey Carlos III fue ingresada en el Hospital Southmead en Bristol tras ser golpeada por uno de sus caballos de la finca de Gloucestershire. Los servicios de emergencia acudieron enseguida y la trasladaron hasta el centro hospitalario. El diagnóstico fue claro: "heridas leves y conmoción cerebral", para cuya recuperación debía permanecer "en observación y se espera que se recupere completa y rápidamente".
Un grave incidente que le ha provocado algunas secuelas, como cierta amnesia, y que ha hecho que todos los miembros de la Casa Real británica se vuelquen con ella. El monarca envió un sentido mensaje tras conocer la situación de su hermana, el resto de sus hermanos y sobrinos conocían la noticia apenas unos minutos después del accidente y ayer mismo su marido, Tim Laurence, y su hija, Zara Tindall, acudían a visitarla.
Ha sido precisamente el vicealmirante el que ha dado la última hora sobre la condición de la princesa. Al salir del hospital en una de esas visitas, Tim ha respondido a varias preguntas de la prensa. "Se está recuperando poco a poco, gracias", ha dicho Laurence. Eso sí, a pesar de esta evolución positiva, la pareja de la princesa no ha querido adelantar acontecimientos y al preguntarle cuándo recibiría el alta, ha respondido: "Saldrá cuando esté lista".
Una contestación muy parecida a la que dio unas horas antes. Durante esta anterior intervención, Tim aprovechaba para dar las gracias "al equipo médico y al personal de apoyo del hospital por su atención experta, y a los servicios de emergencia que estuvieron tan maravillosos en el aquel momento", expresó Laurence. Y no solo eso. "Ambos estamos profundamente conmovidos por todos los amables mensajes que hemos recibido de tantas personas cercanas y lejanas. Significa mucho", aseguró.
La princesa Ana sufre amnesia tras su conmoción cerebral
La princesa Ana en la coronación de Carlos III
Además de las leves lesiones por el golpe, esa conmoción cerebral provocada por el accidente tenía una secuela muy seria: amnesia. Era 'The Telegraph' quien confirmaba esta dura consecuencia. Al parecer, la princesa estaría experimentando algunas pérdidas de memoria a corto plazo desde ese malogrado golpe.
Una condición que hacía de su situación mucho más delicada y que la dejaba fuera de juego en los actos públicos de la Casa Real británica. De hecho, Ana ha sido uno de los royals que más eventos ha asumido desde que se anunció la enfermedad del rey Carlos III y Kate Middleton. Según el citado medio, su secretaria habría afirmado que la princesa estaría muy enfadada consigo misma por no poder cumplir con sus compromisos reales.
Los gestos de preocupación de la Casa Real británica tras el accidente
A pesar de que no están viviendo su mejor momento, la Casa Real británica ha dejado claro que son un frente unido cuando los atraviesan adversidades. Quedó más que claro cuando el príncipe Harry visitó Londres, hace unas semanas, con motivo de los Juegos Invictus. Tras toda la polémica generada por el duque de Sussex y su esposa, Meghan Markle, la Corona inglesa quiso evitar todo contacto con él. Lejos de reunirse con el joven, Guillermo, Carlos III y sus primos ocuparon sus agendas y coincidieron en varios actos. Un mensaje alto y claro.
Esta vez ha sucedido lo mismo, pero al revés. El estado de salud de la princesa Ana ha despertado la preocupación genuina de los royals, que no han tardado en demostrar lo muy implicados que están los unos con los otros. Además de estar al tanto desde el primer minuto de este accidente, el rey envió un mensaje a su hermana, con quien siempre ha tenido una estrecha amistad.
"El Rey ha sido estrechamente advertido y se une a toda la familia real enviando su más cariñoso amor y buenos deseos a la princesa para una pronta recuperación", se podía leer en el comunicado que emitió el Palacio de Buckingham. Por no hablar de las numerosas visitas que su esposo, Tim Laurence, y su hija, Zara Tindall, han realizado en estos pocos días. Todo un blindaje para acompañar a la princesa en uno de sus peores momentos de salud desde hace años.