El "trauma" que arrastra la infanta Cristina y que explica por qué no se somete a ninguna operación estética

La infanta Cristina se ha negado en rotundo a someterse a ninguna operación estética por una vivencia que arrastra del pasado

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Rebeca Alonso

Redactora digital de Lecturas

Infanta Cristina
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La infanta Cristina (59 años) es una mujer nueva. La hermana de Felipe VI abandonaba la sombra en la que ha vivido durante años tras su divorcio de Iñaki Urdangarin. Un punto de inflexión que la ha llevado no solo a reconciliarse con su hermano sino también a disfrutar de una nueva etapa que le hace realmente feliz. 

A caballo entre España y Suiza, ciudad en la que reside, doña Cristina ya no se esconde. La hemos visto disfrutar del carnaval de Lanzarote junto a su prima, Alexia de Grecia, y convertirse en la mayor seguidora de su hijo Pablo en Barcelona. La última vez que tuvimos la oportunidad de verla fue hace unas semanas en la boda de Nicolás de Grecia en Atenas, una cita en la que se mostró especialmente radiante.

La infanta Cristina, que llegaba a la iglesia de San Nicolás de Rangava junto a la reina Sofía y su tía, Irene de Grecia, fue catalogada como una de las invitadas mejor vestidas. La que fuera duquesa de Palma copó los titulares de la prensa nacional e internacional no solo por su look sino también por su imagen a punto de cumplir 60 años. 

Su entorno más íntimo es unánime a la hora de afirmar que se encuentra en un gran momento y no se puede negar que está especialmente guapa. No obstante, hay un límite que no piensa sobrepasar por mucho que pasen los años. Se niega en rotundo a someterse a ningún retoque estético. 

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La revista ¡Hola! ha tenido acceso a información privilegiada que asegura que el deseo de Cristina es "envejecer con arrugas, de manera natural". ¿El motivo?

Según la citada publicación, Cristina arrastra una especie de trauma. Para entenderlo, nos tenemos que remontar a la experiencia de su abuela, la reina Federica. La madre de doña Sofía sufrió un infarto tras someterse a una cirugía ocular en un hospital de Madrid, una situación que a priori parecía sencilla pero que después se complicó por motivos que se desconocen. 

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La única operación estética a la que se ha sometido la infanta Cristina

Nos tenemos que remontar tres años atrás para recordar cómo la infanta Cristina pasó por quirófano para eliminar la verruga que tenía en la cara. Aunque lo cierto es que quedó encantada con el resultado, la hija de los reyes eméritos no tiene intención de volver a someterse a ningún retoque. 

A punto de cumplir 60 años, la cuñada de la reina Letizia recurre a tratamientos no invasivos y vitaminas para intentar combatir los efectos el envejecimiento. Además, por supuesto, de una alimentación muy variada y ejercicio.

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Lo cierto es que el rostro de doña Cristina se muestra con signos propios del paso del tiempo sobre todo en la zona de la frente y las patas de gallo. Al margen de estas arrugas de expresión, lo cierto es que su cara luce radiante, perfectamente hidratada. 

La infanta Cristina no come carne: la dieta que sigue desde hace años y copia a la reina Sofía

Tras años siendo testigo de la alimentación que seguía la reina Sofía, Cristina ha decidido seguir los pasos de su madre y se ha sumado a la dieta pescetariana. Tal y como publica ¡Hola!, sigue una alimentación específica muyy rica en antioxidantes y vitaminas, en la que las verduras y las frutas tienen un papel protagonista. Pero si hablamos de su comida favorita tenemos que hablar de la tortilla, el gazpacho y el sushi. 

Pero, ¿cuál es la dieta pescetariana? Es un tipo de alimentación que se basa en el consumo de vegetales, frutas, legumbres, cereales, frutos secos y productos de origen animal, con la particularidad de que excluye la carne roja y de ave, permitiendo solo el pescado y los mariscos como fuente de proteína animal.

Entre los múltiples beneficios que tiene esta dieta está la mejora de la salud cardiovascular, la reducción del colesterol, así como la mejora de la digestión al estar focalizada en alimentos ricos en fibra y proteínas magras. Según los expertos, es una dieta flexible, saludable y sostenible para quienes buscan reducir el consumo de carne sin renunciar a las proteínas animales.