La celebraciones no cesan en los Países Bajos, solo unos días después de la celebración del Día del Rey, Máxima y Guillermo de Holanda han presidido el Día de la Liberación, una festividad histórica para la que la Reina ha vuelto a dar una lección de estilo gracias a un mono que grita lujo y es inspiración para invitadas.
El matrimonio hacía la habitual travesía en barco por el canal Amstel y ya a las puertas del teatro donde se celebraba un concierto dejaba al descubierto el look que ha elegido para la ocasión. Elegante y sofisticada, la argentina optaba por un dos piezas de Valentino confeccionado en cashemire que guardaba un 'truco estilístico' muy favorecedor. Aunque a primer golpe de vista podría parecer que se trata de un vestido, nada más lejos de la realidad. El look en cuestión está compuesto por un sencillo top con un pronunciado escote en V que le daba un plus de romanticismo al sumarle una capa semitransparente. Pero la pieza estrella de este outfit es, sin duda, la falda pantalón. Una prenda de corte acampanado que le da más libertad de movimiento, comodidad y estilizaba a las mil maravillas su silueta.
De un favorecedor color burgundi, Máxima se veía muy favorecida gracias, también, al cinturón de la propia tela con la que la argentina ha acentuado su figura. La royal completaba su look de invitada perfecta con unas sandalias de color rojo y una cartera de mano con print de serpiente a juego. No faltaban los pendientes XXL que tanto gustan a Máxima y una gran variedad de pulseras de todos los tipos.
El color de uñas de Máxima de Holanda es elegante y confirma su carácter
Máxima de Holanda es la royal que más arriesga en cuestiones de moda y nos encanta. Su vestidor está repleto de prendas muy coloridas, nadie le hace sombra en lo que a tocados se refiere y es capaz de defender el look más complicado con mucha clase. La argentina se siente cómoda y segura en esta versión fashion, de ahí que no sea de extrañar que también sea partidaria de los colores más potentes en cuestiones beauty.
Cada vez es más habitual ver a nuestras reinas y princesas con las uñas pintadas. Mientras que unas como Kate Middleton o Victoria de Suecia recurren a tonos nude, otras como Charlene o la propia Máxima apuestan por colores más potentes. Esta vez, se ha inclinado por una versión más intensa, un tono granate que combinaba a la perfección con su vestido y ha usado para las manos y los pies. Se trata de un color muy versátil que combina con cualquier estilismo y, además, estiliza las manos con un toque de elegancia y distinción.