A finales de marzo, se cumplieron cuatro años del Megxit. Así es como se conoce al movimiento que hicieron el príncipe Harry (39 años) y Meghan Markle (42 años) al dejar de formar parte de la familia real británica para marcharse a vivir a Estados Unidos. Un adiós que fue de lo más polémico y que no se quedó ahí. La marcha de los duques de Sussex sigue trayendo cola a día de hoy. En la actualidad, es un tema del que siguen viendo la luz diferentes detalles que dejan patente la tensión que existiría entre Harry y su familia. Ahora, ha sido el experto en Casa Real británica Tom Quinn el que ha destapado cuál fue el punto exacto en el que el hijo pequeño del rey Carlos de Inglaterra dio el adiós definitivo a su familia por lo traicionado que se sintió.
La decisión que marcó el adiós definitivo de Harry a su familia
El hecho de que el príncipe Harry y Meghan Markle dejaran sus obligaciones institucionales, trajo para ellos alguna que otra pérdida de privilegios que no les quedó otra que aceptar. Así lo indicó la reina Isabel II, que impuso varias condiciones a su nieto en cuanto a la pérdida de sus títulos o de algunos de sus derechos. Unas prohibiciones que fueron a más unos años después, cuando el rey Carlos impuso una que su hijo no esperaba y que según Tom Quinn lo habría terminado de dinamitar todo entre el príncipe Harry y su familia. Se trata del momento en el que tuvo que entregar las llaves de Frogmore Cottage.
Frogmore Cottage es una de las viviendas que pertenecen a la familia real británica. En ella vivieron el príncipe Harry, Meghan Markle y su hijo Archie en sus últimos años en Reino Unido. Una propiedad que en un primer momento podían seguir utilizando pese a que el Megxit se había hecho efectivo. Sin embargo, hace un año, Carlos de Inglaterra decidió desalojarles de allí. Tal y como señala el medio ‘The Mirror’, el experto en la Corona británica ha comentado que esta fue una decisión que dejó al príncipe Harry “absolutamente furioso y llorando”. Unas lágrimas que habrían llegado por la conclusión a la que llegó sobre su padre. “Harry sentía que su padre no tenía derecho a hacerlo y que era puramente vengativo”, ha comentado Quinn.
Según el experto, aunque el príncipe Harry asumía algunas de las consecuencias que tenía el hecho de abandonar su papel de representante de la monarquía británica, esta no se la tomó bien porque “no podía entender que elegir dejar de ser un miembro de la realeza en activo significara ser privado de su residencia real”. Tanto es así que su sentimiento, según el experto, habría sido el de tomárselo “como un rechazo cruel, como un doloroso recordatorio de todo lo que sintió cuando su padre se peleó con su madre durante su largo y doloroso divorcio. Cada vez que Carlos se pone firme, a Harry le parece injusto, ya que siente que después de todo lo que le ha sucedido, siempre debería obtener lo que quiera, ya sea seguridad pagada por los contribuyentes británicos o una lujosa casa en el Reino Unido”.
La próxima visita de Harry a Reino Unido
Por actitudes como esta, muchos tachan a Harry como una persona que va de pobre niño rico. Sin embargo, su visión sería la de ser una gran víctima a la que incluso su padre castiga, algo que él no terminaría de entender. Una sensación de víctima que también tendría con la decisión de la justicia británica de restarle medidas de seguridad. Una decisión a la que no podrá recurrir y a la que tendrá que enfrentarse el próximo 8 de mayo, cuando viaje a Londres para asistir a una ceremonia relacionada con los Juegos Invictus. Una estancia en la que habrá que ver dónde se aloja teniendo en cuenta que ya no puede hacer uso de Frogmore Cottage.
Una fecha que está muy señalada en el calendario porque implica una nueva visita en su tierra y esto lleva a que todas las miradas estén puestas en si se reencuentra o no con su padre el rey Carlos o con su hermano el príncipe Guillermo. Un escenario complicado teniendo en cuenta que la tensión sigue presente entre ellos y que no deja de haber movimientos que aumentan la brecha familiar.