Es, ahora sí, su refugio. Literalmente. El príncipe Guillermo, Kate Middleton y sus tres hijos se encontraban en Adelaide Cottage, su hogar, cuando dos enmascarados irrumpían en el complejo del castillo de Windsor. Era un domingo por la noche, de forma que los pequeños se encontraban ya durmiendo mientras estos individuos campaban a sus anchas. El domicilio de los príncipes de Gales estaba a escasos metros. Su seguridad podría haber sido comprometida de una forma fatal.
Los dos enmascarados se colaban en el castillo de Windsor y destrozaban todo a su paso. No fue hasta que dañaron la puerta de salida cuando sonó la alarma. La policía se encuentra en plena investigación, aunque, por el momento, no se han se han producido detenciones. La seguridad del heredero al trono y su familia está, cuanto menos, cuestionada. ¿Es Adelaide Cottage el sitio ideal para que residan los príncipes de Gales? ¿Hay una brecha en la seguridad que rodea a la Familia Real?
Adelaide Cottage, el hogar de los príncipes de gales
Después de una década viviendo en Londres, Kate Middleton y el príncipe Guillermo tomaron la determinación de abandonar la ciudad en busca de una vida más relajada rodeada de naturaleza.Ubicada en los terrenos de Windsor, la vivienda en cuestión fue construida en 1831 como refugio para la esposa de Guillermo IV, la reina Adelaida de Sajonia-Meiningen. No obstante, su inquilino más famoso fue el capitán Peter Townsend, cuyo romance con la princesa Margarita causó todo un escándalo nacional.
Se trata de una residencia con una fachada muy característica en color rosa pastel, ubicada a solo 10 minutos de los apartamentos privados del Castillo de Windsor donde residía Isabel II. Una propiedad que en su día se valoró como posible residencia de Meghan Markle y el príncipe Harry y que en los últimos años ha sido usada por el personal real y por amigos de la familia.
Lo cierto es que su construcción fue planteada por el arquitecto Jeffry Wyatville como un espacio de retiro. Su pintoresco silueta, sutil colorido y ese toque campestre la convierte en única y especial. La propiedad, que fue remodelada por completo en el 2015 aunque conserva algunas características originales de su construcción, como una chimenea de mármol y un dormitorio principal con un techo abovedado con delfines dorados y adornos de cuerda que en su momento estuvieron en el yate real Royal George. Además, cuenta con un jardín enorme, algo imprescindible para Kate, que quería que sus tres hijos crecieran en un entorno más natural.
En comparación con Kensington Palace, Adelaide Cottage es una vivienda mucho más acogedora. Cuenta con solo cuatro dormitorios, motivo por el cual se vieron en la obligación de prescindir de la presencia de la niñera real de manera interna.
En esta vivienda, Kate Middleton y el príncipe Guillermo cumplieron su deseo de empezar una nueva etapa entre árboles y animales, pero no solo eso. Cabe destacar que los padres de Kate Middleton viven en Bucklebury, a solo 40 minutos de la mansión. Un lugar idóneo donde criar a sus hijos fuera del mundanal ruido y con la familia cerca. No obstante, ha sido este punto el que ha hecho que haya sido mucho más fácil que los asaltantes pudiesen entrar en la vivienda.
La situación de Guillermo y Kate Middleton
Llega esta noticia en un momento complicado para los príncipes de Gales. Kate Middleton terminaba su tratamiento de quimioterapia con éxito y se disponía a la recuperación completa. La princesa ha llevado estos meses con entereza y tratando de hacer contadas apariciones públicas cuando su salud se lo ha permitido. Visiblemente agotada y más delgada, los estragos que ha dejado el tratamiento son evidentes. Middleton se mantiene fuerte y confiada.
El príncipe Guillermo no se encontraba tampoco mucho mejor. Volcado en su mujer, el heredero al trono ha descuidado su agenda profesional. Un extremo que no ha gustado demasiado. No son pocos los ciudadanos que consideran que el heredero no está preparado para asumir sus responsabilidades. Una imagen que debe cambiar en un instante como el actual. Su padre, el rey Carlos, continúa recibiendo tratamiento contra el cáncer que padece. Un estado de salud que tiene en vilo a su equipo y a todos los británicos.
Si todo esto no fuese suficiente, ahora Guillermo y Kate han visto como la seguridad de sus hijos está en entredicho. Dos asaltantes lograban entrar en el complejo de Windsor donde se encuentra la vivienda de los príncipes de Gales. Un grave suceso del que Kensington no se ha querido pronunciar todavía. La seguridad de los herederos y sus hijos debería ser una de las grandes prioridades de la Corona. Y más en los tiempos tan convulsos que corren.