“Son lo único que me importa”. Todos los movimientos, todas las decisiones que ha ido tomando la infanta Cristina a lo largo de su vida, especialmente durante los años más complicados, han tenido una única razón de ser: sus hijos. El bienestar de la familia ha importado más que todo. Más que su estabilidad, más que la Familia Real y todas sus circunstancias, más incluso que su matrimonio. La infanta ha perdonado por sus hijos, ha seguido hacia adelante por sus hijos y, tras estallar el escándalo que lo ha dinamitado todo, ha dado un golpe en la mesa por sus hijos. Este miércoles, en exclusiva en ‘Lecturas’, conocemos, por fin, la versión de Cristina.
Mucho se ha especulado desde que saliese a la luz la relación de Iñaki Urdangarin y Ainhoa Armentia acerca del papel de la infanta Cristina y sus planes de futuro. Constantes rumores que apuntaban a que la hija del rey emérito estaba dispuesta a mirar hacia otro lado y retomar su matrimonio como si nada hubiese ocurrido. Hoy sabemos que esto no va a ser así. Ni reconciliación ni perdón. La infanta es tajante y tan solo tenía una prioridad real en todo esto: que sus hijos no sufriesen.
Su máxima prioridad
La infanta Cristina ha tratado, en todo momento, que el escándalo de Iñaki Urdangarin no afectase a sus hijos. Así lo desvela hoy ‘Lecturas’ en exclusiva. La hermana del rey organizó todos sus movimientos únicamente pensando en Juan, Miguel, Pablo e Irene. Poco importaba lo que pudiesen pensar los demás o lo que se transmitiese a la opinión pública. La infanta tenía claro que sus hijos era su prioridad y no quería que esto fuese una piedra más en su camino.
Tras estallar el Caso Noós y convertirse Iñaki Urdangarin en el centro de la noticia, la infanta Cristina no dudaba en cerrar filas y hacerlo por el bien de su familia. Apartada de Zarzuela y sin posibilidad alguna de redención, apostaba por estar al lado de su marido contra viento y marea. Una decisión que, tal vez ahora, vista con el tiempo, no debe parecerle tan acertada. Instalarse en Suiza y buscar un emplazamiento donde estar lo más resguardada posible de las cámaras fue el último movimiento para proteger a la benjamina de la familia.
Discretos ante todo
Si algo caracteriza a los hijos de la infanta Cristina, a diferencia, sin duda, de los de su hermana Elena, es la discreción. Pese a estar en el ojo del huracán, en ningún momento han dado un paso al frente. Nada de photocalls, posados y escándalos como sus primos Victoria Federica y Froilan. Juan, Miguel, Pablo e Irene han permanecido en todo momento lejos de la prensa y centrados en sus estudios.
“Son cosas que pasan”, afirmaba Pablo Urdangarin ante la prensa tras publicarse las fotografías de su padre y Ainhoa Armentia en ‘Lecturas’. El aplomo y la seguridad del hijo de la infanta sorprendía al público. Un reflejo, sin duda, del cuidado que, en todo momento, ha puesto la hija de los reyes eméritos en la educación de sus hijos. “Son lo único que me importa”, repite ahora tras la traición de su todavía marido.