Desde que la reina Letizia estrenó el pasado 24 de abril su famosísimo anillo dorado, esta joya se ha convertido en la auténtica protagonista de su vestuario. Mucho se ha hablado desde entonces de esta pieza dorada, de líneas sencillas y con una versatilidad sin parangón que la mujer del rey Felip VI no se quita en ninguna de sus apariciones públicas.
Una pieza artesanal, minimalista y muy original elaborada en plata y bañada en oro por la diseñadora británica Karen Hallam y que cuesta 114 euros. El anillo no pertenece a la Corona Española ni tampoco tiene una antigua historia detrás de ella, aunque sí, una gran carga sentimental. En un principio mucho se habló sobre la posibilidad de que sus hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía, fueran las que ahorraron para regalarle a su madre la pieza, según publicó el pasado noviembre el joyero José Pedrazuela en ‘La Razón’.
Sin embargo, aunque las hijas de la reina Letizia seguro que tienen muchos detalles con su madre, parece que no son las autoras de este inseparable regalo. Según ha asegurado Mariángel Alcázar, habría sido el rey Felipe VI quien habría querido obsequiar a su mujer con esta bonita pieza. La periodista ha explicado en ‘El programa de AR’ que le preguntó personalmente a la monarca y que ella le digo que se lo había regalado “este chico alto de aquí detrás”, en referencia a su marido.
Misterios aparte, lo que sí está claro es que la pieza tiene un gran valor para la reina Letizia, ya que no se la quita en ningún momento. La mujer de Felipe VI lo ha lucido en todos sus looks desde entonces, desde los más casuales hasta los de gala. Además, también lo ha combinado con las joyas de la Corona, a las que poco a poco está perdiendo el ‘miedo’. Un aniño muy importante para ella con la que seguro siente más cerca a su marido, incluso cuando no están juntos.