La preocupación por el estado de salud de Isabel II no ha dejado de aumentar durante las últimas semanas. Tras el fallecimiento del duque de Edimburgo en el 2021, la Reina ha atravesado varios contratiempos por los que se ha visto obligada a reducir y, en muchos casos a cancelar, sus apariciones públicas. También cabe recordar que la abuela del príncipe Guillermo y el príncipe Harry se enfrentó al coronavirus, algo por lo que ha sufrido problemas de movilidad. La soberana se encuentra en un momento personal un tanto complicado y, una vez más, ha vuelto a acaparar todas las miradas al conocerse que NO va a hacer acto de presencia en uno de sus actos favoritos.
Isabel II ha tomado la decisión de no acudir al tradicional Braemar Gatherin, en Escocia, que se celebra este fin de semana en la localidad de Braemar. Se trata de un evento histórico ya que la Reina ha sido durante años la patrocinadora de estos juegos que se disputan en el conocido circuito de los Highland Games. Esta vez, ha fallado a una de sus citas más importantes sin embargo la Corona estará representada por el príncipe Carlos, quien la sustituirá. Además, tal y como se ha podido saber desde el Palacio de Buckingham, la comodidad de Isabel es lo más importante.
Por otro lado, Isabel II también ha llevado a cabo un significativo cambio. Como marca la tradición, la Reina debe estar presente en la investidura del nuevo primer ministro británico y lo hará pero no como se ha llevado haciendo años. El próximo lunes 5 de septiembre recibirá a Boris Johnson y a su sustituto en el castillo de Balmoral, donde se encuentra pasando las vacaciones y no en Londres como se lleva celebrando siempre. Un cambio que se ha llevado a cabo por recomendación de sus médicos.
La información desde Palacio llega a cuentagotas y el hermetismo en torno a la Reina es infranqueable. Pero su ausencia en público no ha dejado de ser el principal tema de conversación en Reino Unido.