Tres semanas después de su fallecimiento, por fin se ha conocido cuál fue la causa de la muerte de Isabel II. Los medios británicos se han hecho eco del certificado de defunción de la soberana, publicado por los llamados Registros Nacionales de Escocia. En él, se recoge tanto el motivo del deceso, como la hora a la que tuvo lugar.
Según el mencionado informe, la reina Isabel II murió de “vejez” el pasado 8 de septiembre a las 15:10 hora local (14:10 hora en España). Un documento que está firmado por su hija la princesa Ana, quien fue la que se encargó de informar sobre el deceso y la persona que estuvo al lado de la monarca en sus últimos momentos de vida. Al igual que en el caso del duque de Edimburgo, la vejez aparece como la única causa de muerte enumerada, sin que se añadan otros factores.
Isabel II falleció en el castillo de Balmoral, situado en Escocia, lo que ha permitido conocer el certificado de defunción, ya que la ley de esta región obliga a informar al registro en cuestión de siete días, al contrario que en Inglaterra, donde otra norma protege los datos de la familia real, lo que provocó que, por ejemplo, no se hiciera pública esta información en el caso del duque de Edimburgo.
Entre los detalles que ha sacado la luz este informe llama la atención que, como ocupación, esté escrito “su majestad la reina”. Además, confirma que tan solo el rey Carlos III y la princesa Ana estuvieron al lado de su madre cuando ella murió hace ahora tres semanas.
De hecho, el príncipe Guillermo, el príncipe Andrés, el príncipe Eduardo y Sofía de Wessex estaban volando hacia el lugar cuando falleció la reina Isabel II, ya que despegaron de Londres a las 14:39 horas y llegaron a Escocia una hora después. En el caso del príncipe Harry, no aterrizó en Aberdeen hasta las 18:46 horas, después incluso de que el palacio de Buckingham hiciera el anuncio del fallecimiento.
De hecho, este certificado ha permitido saber que el palacio de Buckingham tardó tres horas y 20 minutos en confirmar el fallecimiento de la reina Isabel II. Un tiempo que permitió a todos los miembros de la familia real británica reunirse en el castillo de Balmoral para despedirse en la intimidad de la soberana.