La Casa Real ha hecho público este viernes 29 de enero en qué se va a gastar los 8,4 millones de euros que se le asignaron en los Presupuestos Generales del Estado. Unas cuentas en las que el rey Felipe ha dado la estocada definitiva a su padre, el rey Juan Carlos, con un movimiento que deja claro que no podrían estar más distanciados el uno del otro.
Por primera vez desde que se hacen públicas estas cuentas, don Felipe ha dejado sin asignación del Estado a su padre, el Rey emérito. Fue en marzo de 2020 cuando el Rey decidió retirarle el suelo a su padre, además de renunciar a su herencia, en respuesta a las informaciones sobre los supuestos negocios ocultos en Suiza. Así, ese pasado año, don Juan Carlos cobró un total de 40.000 euros, correspondientes a los tres primeros meses del año, frente al total de 161.034 que debería haber cobrado según los presupuestos.
Un dinero que se destinó al fondo de continencia de la Casa del Rey. En lugar de repartir esta asignación entre el resto de sus miembros, el Rey Felipe va a destinar el dinero que eventualmente hubiera ido a pagar a su padre a otras partidas de la institución.
Este movimiento deja claro que la ruptura entre padre e hijo es total. Desde que comenzaron a salir a la luz todos los escándalos del rey Juan Carlos, don Felipe ha intentado en todo momento distanciarse de las acciones de su padre para así alejar a la monarquía. Una separación entre ambos que ha vuelto a escenificarse en esta ocasión con la salida del Emérito de la asignación que la Casa del Rey da a todos sus miembros por las labores institucionales. Una noticia que el marido de la reina Sofía habrá recibido en su exilio en Abu Dabi.