El rey Juan Carlos escenificaba este viernes su regreso a España después de casi dos años de su marcha a Abu Dabi entre una gran expectación y loor de multitudes. Una visita organizada por Zarzuela, a la que querían dar normalidad y que transcurriera con cierta discreción, pero no ha salido según esta previsión. El emérito ha puesto en el mapa Sanxenxo, una pequeña población costera de Pontevedra, hasta donde se ha desplazado un espectacular despliegue de medios que sigue al minuto cada uno de sus pasos. Un despliegue tan amplio como el dispositivo que se ha puesto en marcha y que vela por la seguridad del ex jefe de Estado.
El rey Juan Carlos se encuentra viviendo un intenso fin de semana después de la reaparición en público este viernes en el primer día de regatas del la Copa de España de Vela. El rey emérito se mostraba satisfecho, reaparecía con su bastón y con visibles problemas de movilidad, arropado por su círculo de amigos, entre los que está el empresario Pedro Campos y su mujer Cristina Franze; además de su hija, la infanta Elena, quien le recibía el jueves por la tarde en el aeropuerto de Vigo con un abrazo y una reverencia muy comentada.
Al día siguiente, sábado, don Juan Carlos sí subió a bordo del 'Bribón', algo que el día anterior no se había atrevido a hacer por sus problemas de movilidad. Sentado en la bañera del barco, el emérito pudo rememorar viejas singladuras mientras estuvo activo en el deporte de la vela, sin duda, su favorito junto con el esquí alpino.
Aunque Casa Real ha querido darle una pátina de normalidad al regreso del rey, sobrevuela constantemente las polémicas que han salpicado al ex jefe de Estado en los últimos años y que le llevaban a tomar la decisión de marcharse a Abu Dabi, donde ha fijado su residencia. Y es que en este caso el contexto importa, y mucho. Si bien hace meses que la Fiscalía del Tribunal Supremo archivaba la investigación a Juan Carlos de Borbón, blindado por la inviolabilidad, pero reconocía "numerosas irregularidades fiscales", no queda aún resuelto la causa abierta en el Reino Unido por su examante, Corinna Larsen, acusándole de presunto acoso, y en la que el juez le ha negado la inmunidad.
Después de las primeras preguntas para conocer su estado anímico y de salud, sobre las que ha salido del paso con un "muy bien", el secretismo y el mutismo han sido firmes cuando se le ha insistido en si piensa dar explicaciones. Este lunes, después de la resaca de lo vivido en Sanxenxo, viajará a Madrid donde se reencontrará con su hijo, el rey Felipe, la reina Sofía y el resto de su familia, según ha confirmado Zarzuela, posiblemente la cita que más interrogantes suscita del regreso del emérito a nuestro país.