Les ha pasado factura. No la institución ni a la Corona, sino a ellos mismos. La última y grave polémica en la que ha estado inmerso Marius Borg, hijo de la princesa Mette-Marit, hace que los cimientos de la casa del heredero se desmoronen. Los noruegos han hablado. En una reciente encuesta publicada por la prensa local, la popularidad del rey Harald se incrementa. La gran mayoría de ciudadanos no contempla que el monarca abdique y que sea su hijo Haakon quien suba al trono. El revés más grave que podría asumir el heredero en este momento.
El delicado estado de salud que ha exhibido Harald en los últimos meses y los escándalos que han rodeado a su familia no afectan a la opinión de los ciudadanos sobre el rey. Noruega es, junto a Dinamarca, uno de los países donde la aceptación de la Corona alcanza cuotas más altas. La estabilidad de la institución está más que garantizada. Aunque los noruegos han dicho no al príncipe Haakon.
En un momento en el que son ya muchos los herederos de la misma edad que Haakon los que han subido al trono, el príncipe noruego ve como su futuro se esfuma entre sus manos. El escándalo del hijo de su mujer no ha hecho más que confirmarle las sospechas.
La polémica de Marius Borg pasa factura a los príncipes herederos
Han sido semanas cruciales. Marius Borg, hijo de la princesa Mette-Marit y de una pareja anterior, era detenido por la policía acusado de haber agredido física y verbalmente a una mujer. Esta acudía al hospital con una conmoción cerebral. En un primer momento eran pocos los datos que se filtraban. Tan solo la identidad de Borg, el conflictivo hijo de la princesa. Poco a poco, la policía iba recabando más pruebas.
El hijo de Mette-Marit era puesto en libertad con cargos 30 horas después. Comenzaban unos días 'horribilis' para la princesa heredera. Mette-Marit no viajaba a París para acompañar a su hijo mientras se resolvía todo. De hecho, se confirmaba por parte de Palacio que la princesa se había puesto en contacto con la propia víctima para entablar una charla con ella y mostrarle su apoyo. Esta era la pareja de su hijo, tal y como se confirmaba poco después.
Borg realizaba un comunicado pidiendo disculpas y asegurando que se encontraba bajo los efectos de las drogas y el alcohol durante el altercado. Además, indicaba que iba a entrar en un centro de rehabilitación. No obstante, el escándalo ocupaba primeras páginas tanto de la prensa noruega como internacional. La situación de los príncipes herederos se tambaleaba. Sus aspiraciones de suceder al rey Harald se desvanecen.
Haakon, el eterno príncipe heredero
La situación familiar del príncipe Haakon hace que los noruegos vean complicado su futuro. No solo tiene en casa los escándalos del hijo de su mujer, sino que la salud de la propia Mette-Marit también preocupa. La princesa, aquejada de una fibrosis pulmonar crónica, no puede seguir ni el ritmo ni las obligaciones propias de una Casa Real. Mette-Marit explicaba la situación que padece tras haberse tenido que ausentar en actos clave para la familia.
Mette-Marit intenta recuperar, poco a poco, su agenda. Pero la enfermedad que padece le impide, en muchas ocasiones, acompañar al príncipe Haakon. La preocupación que existe por la princesa, tanto en la Familia Real como entre los ciudadanos, hacen que su ascenso al trono se vea complicado también. Si como princesa heredera las obligaciones son numerosas, como reina se multiplican. ¿Puede Mette-Marit asumir esta presión?