El rey Carlos III, visiblemente desmejorado, retoma su agenda tras el ingreso de urgencia con una aparición significativa

Vuelve a estar al pie del cañón. El rey Carlos III ha llegado esta mañana al palacio de Buckingham después de haber tenido que ser ingresado de urgencia. El monarca se sintió indispuesto a consecuencia del tratamiento que recibe contra el cáncer. Los médicos, ante la situación del rey, decidieron mantenerle en el centro hospitalario en observación. Así quiso comunicarlo la Casa Real británica.

El monarca ha reaparecido en mitad del traslado desde su residencia habitual hasta Buckingham. Cansado y con rostro serio, Carlos III preocupa. La salud del rey se encuentra en un momento complicado. El tratamiento que está recibiendo contra el cáncer que padece ha hecho que no se encuentre del todo bien. A sus 76 años, el hijo de la desaparecida Isabel II se enfrenta a un momento clave en su reinado.

La enfermedad que padece, diagnosticada a la vez que el cáncer de su nuera, Kate Middleton, le mantiene con un ritmo de trabajo algo menos intenso. El rey trata de no forzar demasiado y evita viajes largos al extranjero. La única excepción en estos meses ha sido su traslado a Australia para el que tuvo que detener el tratamiento con el visto bueno del equipo médico.

La reaparición de Carlos III

Desde Casa Real británica se informaba del ingreso del rey en el hospital este pasado jueves por la noche. Los médicos aconsejaban mantenerle en observación durante unas horas. No era algo grave ya que, poco después, ya había podido acudir hasta su residencia para continuar con su agenda. Con todo, crece la preocupación entre los muros de palacio.

“Tras el tratamiento médico programado y en curso para el cáncer esta mañana, el Rey experimentó efectos secundarios temporales que requirieron un breve período de observación en el hospital”, afirmaba el comunicado emitido desde Buckingham. “Como medida de precaución y por consejo médico, el programa de mañana también se reprogramará. Su Majestad desea presentar sus disculpas a todos aquellos que puedan sentirse molestos o decepcionados por ello”,

El rey se veía obligado a cancelar su agenda in extremis. Una decisión que acrecentaba el temor hacia las complicaciones en su estado. El monarca, en estos meses, ha dado muestras de buena salud y energía. En un intento de dar estabilidad a la monarquía, ha procurado que no se notase nada su delicado estado y las secuelas del tratamiento que está recibiendo.

La enfermedad de Carlos III llegaba a la vez que la ausencia de Kate Middleton. Dos pesos pesados de la Corona británica que dejaban a la institución bajo mínimos. Era el peor momento para Buckingham. Una crisis sin precedentes que han logrado salvar gracias a la evolución de la princesa de Gales y su reaparición junto a su familia.

Retoma su agenda

A pesar de que desde Casa Real se insistía en la temporalidad de este ingreso. El equipo médico quería tener al monarca en el centro hospitalario por los efectos secundarios de su tratamiento. No se ha especificado nada acerca del estado del rey ni de en qué han consistido estos efectos. Por lo que se puede observar en su reaparición, el monarca está cansado y afectado.

Carlos III volvía a palacio para seguir con su agenda. Los corresponsables británicos encargados de cubrir las noticias de Casa Real mostraban su inquietud. No es habitual que el rey cancele compromisos y menos por este motivo. Hay que tener en cuenta que Carlos III lleva en tratamiento ya varios meses. El rey tuvo que ser intervenido y, a partir de ahí, pasó a recibir el correspondiente tratamiento contra el cáncer. No había ocurrido que le sentase mal la medicación.

Desde Buckingham se guarda silencio y se trata de ofrecer la mejor versión de la monarquía. Esta noticia encontraba a su hijo Guillermo fuera de Londres, cumpliendo con su propia agenda como príncipe heredero. La popularidad de Guillermo se ha resentido durante la enfermedad de su padre y su mujer. El príncipe se centraba en su familia y despertaba ciertas críticas en la prensa.

La edad avanzada de los reyes Carlos y Camila, el estado de Kate Middleton, las polémicas del príncipe Harry en Estados Unidos, no son pocos los frente que tiene la monarquía británica en estos momentos. Una situación delicada a la que se une el último ingreso del rey.