¡Por fin! La reina Sofía ha viajado hasta su Grecia natal para hacer frente a dos obligaciones, una de índole profesional y otra personal. Tras la confirmación de su nieta, la princesa Leonor, la mujer de Juan Carlos I ha cogido un avión por primera vez para volver a casa y, con las dos dosis de la vacuna contra el coronavirus, ha hecho frente a dos actos muy significativos para ella.
Hoy, para finalizar el mes de mayo, la reina Sofía visitará todas las instalaciones del Centro de Rehabilitación para mamíferos marinos y tortugas ubicados en la Bahía de Vroulia, isla de Lipsi. La madre de Felipe VI, en representación de la fundación que lleva su nombre, se ha comprometido con la investigación y la defensa de la biodiversidad de los mares griegos (tras firmar un convenio con el Archipelagos Institute of Marine Conservation) un trabajo que le hace especial ilusión ya que está al 100% comprometida con el medio ambiente, un hecho por el que no duda en llevar a cabo labores solidarias como por ejemplo, defender la fauna marina de cualquier mal: "La Fundación Reina Sofía fue constituida el 17 de mayo de 1977 con un pequeño capital aportado personalmente por la Reina y es una entidad mixta de carácter benéfico y cultural, sin fin lucrativo y de naturaleza permanente", se puede leer en la página oficial de la entidad.
Además, la reina Sofía va a aprovechar la ocasión para celebrar el 81 cumpleaños de su hermano Constantino residente en Argólida, región ubicada en el Peloponeso. La suegra de la reina Letizia siempre ha estado muy unida a su familia y esta reunión, tras haber hecho frente a un largo año marcado por la pandemia sanitaria, va a servir para recargar fuerzas y desmarcarse de la polémica que también está protagonizando su marido desde que decidió exiliarse en Abu Dabi.
"Mi hermana tiene un corazón muy grande. Lo que siempre admiré de ella es su manera de reunir a los miembros de la familia donde quiera que vaya", aseguraba Constantino de Grecia desde su casa en Porto Jeli para ¡Hola!