La reina Sofía por fin ha celebrado su 82 cumpleaños y lo ha hecho con un plan que le encanta y junto a una de sus personas favoritas. La madre de Felipe VI ha asistido a un concierto benéfico en Madrid junto a su hermana Irene, y no solo ha lucido sus mejores galas sino que ha mostrado una gran sonrisa.
La reina emérita doña Sofía cumplía este lunes 2 de noviembre 82 cumpleaños sin las grandes celebraciones familiares de años atrás en su gran familia, que se ha ido resquebrajando. La abuela de la princesa Leonor está volcada en el trabajo para superar la soledad y todas las polémicas que le han salpicado por el rey Juan Carlos, su mayor refugio es su hermana Irene de Grecia, junto a la que le hemos visto en sus últimas apariciones públicas.
A pesar de todo, la reina Sofía ha salido para un planazo musical con el que ha vuelto a reivindicar su apuesta por la cultura en momentos complicados. Doña Sofía ha presidido un concierto en el Auditorio Nacional de Madrid al que ha acudido muy elegante y, aunque llevaba su mascarilla, se le veía bastante feliz y relajada en su encuentro con los fotógrafos.
La reina emérita ha lucido un conjunto de chaqueta y falda que combina el color dorado con el negro y unos salones de tacón muy sensato que le daba un plus de elegancia. En la cita ha vuelto a coincidir con Isabel Preysler, que ha acudido junto a su pareja, el escritor Mario Vargas Llosa.
La reina Sofía se ha dejado ver en contadas ocasiones en los últimos meses, pero ha seguido con su agenda de trabajo más solidaria. Eso sí, hace unos días acompañaba a su nieta Leonor en los Premios Princesa de Asturias para mostrarle su apoyo y cariño incondicional.