El pasado 6 de marzo fue la última vez que vimos a la reina Sofía a su tradicional visita a la iglesia madrileña en la que se encuentra el Cristo de Medinaceli en Madrid, una cita que ya por aquel entonces estuvo marcada por el distanciamiento social y fuertes medidas de seguridad. Una semana más tarde, como todos sabemos, se decretó el estado de alarma y desde entonces no habíamos vuelto a ver a la mujer de don Juan Carlos.
Aunque a lo largo de estos tres meses don Felipe y doña Letizia si han contado con diferentes actos durante la cuarentena acompañados en varias ocasiones de sus hijas, doña Sofía ha llevado a cabo un confinamiento total en un ala del palacio de la Zarzuela junto a su hermana Irene.
Pero el día ha llegado. La reina Sofía ha recuperado su agenda institucional esta semana. Este miércoles, la madre de Felipe VI se ha reunido con el Patronato de la Fundación que lleva su nombre. Una reunión que se celebró en una de las salas de reuniones del Palacio de la Zarzuela y donde se aprobaron las cuentas anuales del año 2019.
Ataviada con la ya habitual mascarilla y con el distanciamiento de rigor, doña Sofía mostraba una apariencia muy buena, prueba de que estas semanas de descanso han sido también positivas. A diferencia de para la reina Letizia que todavía se resiste a lucir colores en sus estilismo, su suegra reaparecía con un traje de lo más primaveral en tonos verdes y sus ya conocidos accesorios.
Esta vuelta a la 'normalidad' es prueba de que la abuela de Leonor y Sofía goza de buena salud, aunque lamentablemente tenía que hacer frente el pasado mes de mayo a la triste pérdida de su primo Pablo, de quien no se pudo despedir por la complicada situación en la que estamos inmersos.