Poco a poco la reina Sofía va retomando su actividad institucional tras el escándalo, publicado por Lecturas, que precipitó la separación entre la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin hace ya un mes. Mientras que los protagonistas intentan continuar con sus vidas lejos del foco mediático, la madre de Felipe VI se ha armado de valor y aunque no lo estaría pasando nada bien por el evidente sufrimiento de su hija ha vuelto a la vida pública este lunes en un acto que no estaba reflejado en la agenda.
Doña Sofía se trasladaba hasta Málaga para visitar el banco de alimentos de la ciudad con la que la Fundación Reina Sofía lleva colaborando una década. Visiblemente sonriente a pesar de todas las polémicas que rodean a la familia, la reina emérita elegía el rojo para su estilismo, un color ideal para el Día de San Valentín pero al que nos tiene muy poco acostumbrados.
Se trata de una chaqueta de tweed de corte recto con líneas blancas y botonadura central negra. Un modelo que aúna elegancia y sofisticación y estamos seguros estará deseando heredar la reina Letizia que ha usado ropa de su suegra en más de una ocasión. No es ningún secreto que la madre de Leonor y Sofía es una apasionada del tweed y si a ello le sumamos el plus del color rojo... poco más hay que decir. Doña Sofía completaba esta prenda tan llamativa con el broche en forma de amapola blanca, un sencillo pantalón negro y bolso con cadena, fiel a su estilo.
Doña Sofía se ha interesado por todo el trabajo que se lleva a cabo a través de estas entidades y tras su paseo por las naves le han obsequiado con una caja de aguacates y mangos así como de una biznaga de plata.
El positivo en Covid-19 del rey Felipe ha dado mucho más protagonismo a Letizia y Sofía por lo que será el próximo miércoles cuando volveremos a ver a la monarca emérita esta vez en Madrid donde tendrá lugar la reunión del Patronato de la Fundación Renal Íñigo Álvarez de Toledo, que se celebrará con motivo del 40º aniversario de la entidad.