Mientras los reyes Felipe y Letizia viajaban a Marin para reunirse con la princesa Leonor y ver, brevemente, al rey Juan Carlos, el resto de su familia se encontraba ya en Atenas. La boda de Teodora de Grecia, la única hija soltera de Ana María de Grecia, ha reunido a todos los miembros de la Familia Real helena y también a sus parientes españoles. La reina Sofía, acompañada por su hermana Irene y sus hijas Elena y Cristina, no ha querido faltar.
La presencia de la reina emérita estaba más que confirmada. Este pasado verano, Sofía viajaba a Grecia para acompañar a su cuñada y ayudar en todo lo posible con la boda. La muerte de Constantino dejaba a Ana María como cabeza de familia, arropada siempre por su hijo Pablo. La reina emérita, muy cercana a su familia griega, se convertía en el mejor apoyo de la viuda de su hermano. También Irene, aunque la salud de la tercera hija de la reina Federica hace que sea más complicado su desplazamiento.
La reina emérita ha acudido a la preboda de Teodora de Grecia junto a sus hijas y algunos de sus nietos. Miguel Urdangarin, que ahora reside en Zarzuela junto a su abuela, no se ha querido perder la ocasión, al igual que su hermana Irene que acaba de iniciar sus estudios en Londres. Todos llegaban a la celebración de la preboda con sus mejores galas y muchas ganas de disfrutar.
Las infantas Elena y Cristina vuelven a presumir de lujo
Muy sonrientes y felices, las infantas Elena y Cristina han acompañado a su madre hasta Grecia. Las hijas de los reyes eméritos mantienen una relación más que cercana con su familia materna. De hecho, Alexia de Grecia es no solo una de las personas de confianza de la infanta Cristina, sino también una de las pocas que estuvo a su lado cuando estalló el Caso Nóos. Su viaje a Atenas para asistir a la boda de Teodora estaba casi confirmado. Aunque, como suele ser habitual, desde Zarzuela no se confirma nada que no tenga que ver con la Familia Real estricta.
Cristina apostaba por un espectacular conjunto. Falda larga en tono turquesa, con mucho vuelo, combinada con sandalias y un jersey de manga francesa. Bolso de mano y abanico para soportar las todacvía altas temperaturas griegas. A su lado, Miguel, al que solemos ver mucho menos que a sus hermanos. Más alto que su madre, el hijo de la infanta ha heredado la genética de los Urdangarin. Es el único que ahora reside en Madrid después del accidente que sufrió esquiando.
También la infanta Elena, protegida por un mantón, acompañaba a su madre y a su tía. Esta, eso sí, acudía en solitario, sin ninguno de sus hijos. Elena se ha convertido en los últimos tiempos en el apoyo de su padre, el rey Juan Carlos. Mientras que Cristina suele ser la que se encuentra más cercana a su madre. Aunque en esta ocasión, ninguna ha querido dejar sola a la reina emérita. De hecho, Elena ya estuvo en la última boda de la Familia Real griega.
La reina Sofía e Irene de Grecia siempre unidas
La reina emérita ha viajado a Grecia en numerosas ocasiones durante los últimos meses. La pérdida de Constantino de Grecia dejaba a las hermanas completamente rotas. Sofía se apoya en Irene, aunque esta se encuentra ya en un estado delicado. La princesa griega ya no puede renunciar a la silla de ruedas en la que se desplaza. Este verano podíamos ver a Leonor y Sofía, hijas de los reyes, ayudando a su tía abuela a moverse por Palma de Mallorca.
La reina Sofía rescataba uno de sus elegantes conjuntos para la preboda de su sobrina Teodora. Sofisticada pero siempre con su toque personal, la reina emérita acompañaba el estilismo con bolso de mano, una estola y un collar de cuentas de tiro largo. Su hermana Irene apostaba por el turquesa también para su vestido. Y es que la preboda, aunque ha dado ya el pistoletazo de salida para las celebraciones, ha sido un encuentro algo menos formal.
La reina emérita y sus hijas han arropado la Familia Real griega al completo. Desde Pablo de Grecia junto a su mujer, Marie-Chantal, hasta Ana María de Grecia junto a su hija Alexia y sus nietas. Y todo en Atenas, la que fue su ciudad y donde pudieron volver después de mucho tiempo. De hecho, la Catedral Metropolitana fue donde se casaron los reyes Juan Carlos y Sofía y también donde se celebró el último adiós a Constantino de Grecia.