La reina Sofía ha tenido que hacer frente a muchos cambios en el último año. Tras la marcha del rey Juan Carlos a Abu Dabi, la madre de Felipe VI ha visto como iba poco a poco perdiendo peso dentro del a agenda de la casa real británica en favor de sus dos nietas, la princesa Leonor y la infanta Sofía, quienes cada vez protagonizan más actos públicos.
Sin el rey Juan Carlos en España, doña Sofía ha encontrado sus refugios para pasar el menor tiempo posible en el palacio de la Zarzuela, en donde vive junto a su hermana, la princesa Irene de Grecia. Desde que recibiera la segunda dosis de la vacuna contra el coronavirus, la emérita ha viajado en dos ocasiones hasta su Grecia natal para estar al lado de su familia.
La monarca ha encontrado en su país de origen y su hermano Constantino el mejor refugio en un tiempo complicado. La madre de Felipe VI siempre ha estado muy unida a su familia y, tras un largo año marcado por la pandemia sanitaria, no ha tardado en correr a su lado. Tanto es así, que en menos de un mes ha viajado en dos ocasiones, la última este pasado fin de semana. Unos desplazamientos que le sirven para recargar fuerzas y desmarcarse de las polémicas de su marido.
Además de Grecia, doña Sofía también ha aprovechado para pasar unos días en Mallorca. A la monarca le encanta la isla balear, en donde año tras año ha pasado las vacaciones. Así, hace apenas unas semanas que la Reina emérita pasó unos días en el palacio de Marivent junto con su hermana, un lugar al que volverán para disfrutar del verano. La mujer del rey Juan Carlos y su hermana se disponen a pasar una buena temporada en uno de sus lugares favoritos. Y es que, junto a Grecia, Mallorca se ha convertido en el refugio perfecto en el que pasar desapercibida ante todas las polémicas de su marido.