Dos días ha estado la reina Sofía en Estados Unidos. Una mini gira en la que la reina emérita ha exprimido al máximo su agenda. Si primero acudía a la presentación del Diccionario Biográfico de la Real Academia de Historia, en su último día presentaba el plato fuerte de su viaje americano. La reina Sofía era la encargada de otorgar los galardones del premio Sophia a la Excelencia, que este año han recaído en el chef asturiano José Andrés, al empresario mexicano Carlos Slim y a la historiadora española Carmen Iglesias.
Hay que reconocer que la reina Sofía ha disfrutado como nunca su presencia en el acto de entrega de los premios que llevan su nombre. La reina emérita ejercía de maestra de ceremonias en la gala de los Sophia a la Excelencia, unos galardones que reconocen la labor de aquellas personas e instituciones que han contribuido a la apreciación internacional de España en Estados Unidos. Un acto al que la reina tiene un especial cariño, tal y como pudo observarse en su aparición.
La llegada de la diseñadora Carolina Herrera hizo especial ilusión a la reina. Pudimos verlas charlando animadamente y compartiendo confidencias en los minutos previos al acto de entrega. Herrera ya fue condecorada con este mismo premio en 1997. En esta edición, sin duda, el momento más emotivo fue la entrega del galardón al chef José Andrés. Fue su hija la encargada de recogerlo ya que el cocinero se encuentra en Ucrania prestando su ayuda a las víctimas de la guerra.
Un viaje muy oportuno
No han sido pocos los que se han preguntado por el motivo de este viaje express de la reina Sofía justo coincidente con el funeral en recuerdo del Duque de Edimburgo. La presencia de la reina emérita en el primer gran acto de la realeza europea tras la pandemia hubiese sido lógica, por la amistad y el parentesco que unían a la reina Sofía con el esposo de Isabel II. No obstante, este compromiso estadounidense impedía a la reina viajar hasta Reino Unido.