La casa real española ha presentado este jueves 27 de mayo sus cuentas del año 2020. Como ocurre cada año desde que el rey Felipe VI subió al poder, la Zarzuela ha explicado públicamente en qué se gastaron los 7.887.150 euros que se asignó a la institución en los Presupuestos Generales de Estado, dinero que, entre diversas partidas, también se dedicó a pagar los sueldos de los diferentes miembros de la casa real, con la reina Letizia y el rey Felipe a la cabeza.
En concreto, durante el año 2020 la reina Letizia percibió 139.605,60 euros, lo que supone un aumento del sueldo del 2,12 % si se compara con 2019, cuando ganó 136.701,36 euros. No obstante, este aumento de salario no afectó solo a la mujer de Felipe VI, sino a todos los miembros de la casa real española, ya que la institución aplicó el aumento recogido para los funcionarios.
Un año más, el rey Felipe VI fue el que más dinero recibió por el desempeño de sus funciones oficiales. En concreto, en el 2020 el monarca obtuvo 253.843,20 euros, lo que en 14 pagas significaría que percibió más de 18.000 euros brutos al mes.
Los reyes Felipe y Letizia junto a sus hijas Leonor y Sofía acuden al Teatro Real en Madrid.
Por su parte, la reina Sofía percibió 139.605,6 euros y el rey Juan Carlos tan solo 42.033,23 euros, correspondientes a los primeros meses del año, ya que en marzo de 2020, tras salir a la luz el escándalo sobre su patrimonio, don Felipe decidió retirarle su asignación oficial. Los 161.036,34 euros restantes que estaba previsto que percibiera se han empleado para incrementar el fondo de contingencia de la institución. Además, con la retirada de su asignación, la partida de la casa real dedicada a los salarios “ha disminuido un 21 % en relación al crédito definitivo del ejercicio precedente”, según la interventora de la institución
Por su parte, ni la princesa Leonor ni la infanta Sofía recibieron ningún tipo de asignación por su labor representativa, algo que en el caso de la heredera al trono podría ocurrir cuando cumpla 18 años, jure la Constitución y se incorpore a la agenda de la institución. Solo entonces su padre podrá asignarle un suelo. Eso sí, cabe la posibilidad de que la joven opte por renunciar a él para poder centrarse en su formación.