Hoy se cumplen catorce años de uno de los momentos más duros de la vida de la reina Letizia. El 7 de febrero de 2007 la por entonces princesa Letizia se despertó con la noticia de que su hermana Érika Ortiz había fallecido. Con solo 31 años la pequeña de las Ortiz Rocasolano perdía la vida en su domicilio dejando a su familia destrozada. Aquel 7 de febrero don Felipe y doña Letiziaprotagonizaron unas imágenes que siempre quedarán en el recuerdo. El matrimonio, abatido, acudió a dar el último adiós a Erika Ortiz. Ambos pronunciaron unas palabras a las puertas del tanatorio en agradecimiento por todo el apoyo que estaban recibiendo. Unas palabras con las que doña Letizia, embarazada de la infanta Sofía, se mostró más hermana que princesa.
Otras imágenes que destacaron de aquel día fueron las del rey Juan Carlos, la infanta Elena, la infanta Cristian e Iñaki Urdangarin abrazando a la reina Letizia en el instante más doloroso de su vida. La familia de don Felipe quiso estar al lado de los Ortiz Rocasolano en un momento que marcó la vida de la mujer que acompañaría al futuro rey durante su reinado.
La reina Letizia rota de dolor en el último adiós a Erika Ortiz.
Desde ese momento fueron muchas las informaciones que salieron a la luz y que aseguraban que Érika Ortiz no pudo superar la presión mediática que implicaba ser hermana de la futura reina. Lo que estaba claro era que la hermana de la reina Letizia se había marchado dejando roto a su marido Antonio Vigo, con quien tenía en común una hija llamada Carla Vigo que en aquel momento solo tenía cuatro años. Una pequeña en la que doña Letizia se volcó y que hoy se ha convertido en una joven que prefiere mantenerse distanciada de todo lo que tenga que ver con la familia real.