La reina Letizia se ha hecho a sí misma y ha preferido no seguir la estela de doña Sofía frente al trono, algo que le ha hecho convertirse en el centro de las críticas durante años. El objetivo de la mujer de Felipe VI es hacer de la Casa Real una institución más moderna, y que su labor no se limite a ocupar un puesto de consorte sino a trabajar mano a mano junto al Rey por el bienestar del pueblo.
La última diferencia con su suegra la ha marcado este martes, la Reina inauguraba la semana de trabajo con una reunión con el Patronato de la FAD en Madrid y se ha visto más claro que nunca su apuesta clara por las canas, un cambio que no vimos en la reina emérita hasta pasados los 80 años.
Doña Letizia decidió hace meses poner punto y final a su relación con los tintes. Sin ningún tipo de pudor, ahora luce un mechón gris en la zona delantera que resalta sobre su melena castaña. Así, la Reina quiere ofrecer una imagen mucho más natural, un cambio que será más evidente con el paso de los años. Lucir el cabello al natural es una tendencia que se impone con fuerza, un gesto que traspasa todas las fronteras y protocolos.
Esta decisión la separa, una vez más, de su suegra. Cabe recordar como doña Sofía no es amiga de los cambios, siempre ha lucido un peinado muy similar a lo largo de toda su vida. Corte recto, mucho volumen... hasta que en 2019, con 80 años, dejó atrás su característico tono de pelo color miel para dar paso a una melena completamente blanca y por qué no decirlo muy favorecedora.
Doña Letizia ha iniciado este proceso mucho antes (33 años) pero, ¿será capaz de aguantar hasta conseguir el pelo totalmente gris? Para ver el resultado final nos tocará esperar algunos años más.