Al mismo tiempo que todas las miradas estaban puestas en el rey Juan Carlos tras el positivo en Covid-19 de Rafa Nadal, la reina Letizia ha reaparecido en San Sebastián en el que es su último acto oficial antes de la Navidad para presidir la reunión anual de directores de Centros del Instituto Cervantes.
Para la ocasión, la reina Letiziaha rescatado uno de sus infalibles: la falda de largo asimétrico y estampado Príncipe de Gales de Massimo Dutti que estrenó hace más de dos años. De la misma forma que hizo la última vez que se la vimos, la ha combinado con una elegante blusa de satén con pronunciado escote en V de Sandro y cinturón fino con el que ha conseguido estilizar aún más su silueta.
La Reina ha copiado exactamente el mismo binomio que usó el pasado mes de marzo durante su visita a la Real Fábrica de Tapices en Madrid y con motivo de su 300º aniversario. Claro reflejo de que le encanta.
Un look perfecto para el otoño que en esta ocasión ha completado con un bolso de mano de piel negra, un guiño que la consorte ha querido tener con el País Vasco ya que pertenece a la firma guipuzcoana Mauska y que se ha convertido en el último estreno del 2021. Además, salones a juego y los que ya se han convertido en sus pendientes favoritos, los aros de oro amarillo y su inseparable anillo de Karen Hallam. Un estilismo compuesto de prendas de fondo de armario con el que doña Letizia ha vuelto a derrochar elegancia y sofisticación.
El último detalle a resaltar (estilísticamente hablando) es el peinado. La madre de Leonor y Sofía ha optado por una versión más elegante y chic de la clásica coleta a la que nos tiene tan acostumbrados.