Todavía con la resaca de los Premios Princesa de Girona en los que Leonor brilló de nuevo, los Reyes han cerrado su semana de trabajo este viernes con un almuerzo en honor del Secretario General de Naciones Unidas, António Guterres, en el Palacio Real. A lo largo de estos últimos meses, la Reina nos ha enseñado la forma más simple de "estrenar" sin la necesidad de hacerlo y no hay mejor forma que sacar del fondo de su armario esos looks que ya estaban en el olvido.
En esta ocasión se decantaba por un diseño de corte romántico con mangas de tul azul cielo y llamativo estampado de flores rosas de Carolina Herrera que estrenó allá por 2017 y que le sigue quedando a las mil maravillas. Si hace cuatro años, doña Letizia completaba su estilismo con los salones en tono nude de Prada, esta vez seguía con la gama de color y optaba por unos en color rosa chicle, ideales para el verano. Respecto a las joyas, sin sorpresas. Aros de oro con forma de caña de bambú de Coolook y anillo de Karen Hallam.
Con la ausencia de Leonor y Sofía, doña Letizia ha recuperado el protagonismo de nuevo gracias a este estilismo que por mucho que pase el tiempo nunca pasa de moda. De la misma forma que durante la cena de Estado al presidente de Corea del Sur, el salón se ha dispuesto en varias mesas redondas para disfrutar de un almuerzo dispuesto por un menú de cocina Mediterránea.