La reina Letizia ha hecho frente este lunes a una jornada histórica, en la que ha participado en el último adiós a Isabel II y ha protagonizado una de las imágenes del día, al coincidir públicamente con el rey Juan Carlos. Una fotografía que habían intentado evitar por todos los medios pero que finalmente se ha producido en el multitudinario acto en la Abadía de Westminster. Sin embargo, su agenda no ha quedado ahí, ya que la consorte ya ha puesto rumbo a Estados Unidos, donde mañana hará su primera aparición en Nueva York.
Aunque a media mañana el palacio de la Zarzuela informaba que tanto los reyes como los eméritos estaban invitados por Carlos III a un servicio religioso previo al entierro de la soberana en el Castillo de Windsor, finalmente tan solo será Felipe VI y doña Sofía quienes asistan, mientras que la reina se convertirá en la gran ausente.
La imposibilidad de abandonar el castillo de Windsor antes de que finalice esta ceremonia ha provocado que la reina Letizia no pueda acudir, ya que no le daba tiempo a tomar el vuelo regular destino a Nueva York.
Con una agenda de lo más intensa en Estados Unidos, la reina Letizia no ha podido retrasar su partida a Nueva York y ya ha cogido el vuelo en dirección al país, donde tiene su primer acto oficial a las 10 de la mañana de este martes, hora local.
Por lo tanto, esta misma tarde la reina Letizia se va a convertir en la gran ausente de la que hubiera sido su cuarta cita para despedirse de Isabel II, después de que visitara la capilla ardiente junto a Felipe II, acudiera a la recepción oficial de Carlos III y también asistiera al funeral de Estado en el que finalmente no ha podido evitar coincidir con el rey Juan Carlos.