En una ardua semana de trabajo de lareina Letizia ha continuado este martes con su visita a la Real Fábrica de Tapices con motivo de la celebración de su 300º aniversario. Acompañada por don Felipe, los Reyes llegaban por su propio pie saludando a todos los curiosos que se agolpaban alrededor del edificio.
La reina Letizia ha dejado a un lado los guiños al color que nos había regalado en sus dos últimas apariciones públicas y ha retomado su fiel conexión al negro y gris. En esta ocasión, la mujer de Felipe VI recuperaba su falda con largo asimétrico de Massimo Dutti con estampado Príncipe de Gales. Una prenda que desde que la estrenó en 2019 durante su visita a Fitur ha lucido hasta en tres ocasiones.
Este martes, la ha combinado con una elegante blusa negra con cruzado en pico firmada por Sandro que también forma parte de su fondo de armario desde hace varios años. Finalmente, la Reina completaba su elegante look con stilettos Manolo Blannik en color negro a juego con su cartera de mano con cadena dorada, de Nina Ricci. A modo de joyas ninguna sorpresa: los pendiente de doble daga de Golden&Roses y su inseparable anillo de Karen Hallam.
Pero si hay algo que nos ha llamado la atención (para bien) ha sido el recogido de su cabello: un moño de inspiración bailarina muy favorecedor. No es la primera vez que lo luce y en todas las ocasiones ha sido todo un acierto. Una vez más, la opción capilar de la Reina vuelve a ser noticia al margen de sus canas.
Este no será el último acto semanal de doña Letizia que este miércoles se trasladará hasta Toledo para sustituir a su hija Leonor en un acto de la Fundación Princesa de Girona, de la que la Princesa de Asturias es presidenta de honor.