Una de cal y una de arena... Esta semana doña Letizia nos lo ha dado todo. La visita del presidente de Italia ha devuelto al palacio real el glamour de las noches de gala pero no siempre se pueden sacar a relucir las alhajas del joyero real y este viernes, la consorte ha despedido su semana de trabajo firmando un look 'working girl' de lo más sobrio para hacer frente a dos importantes audiencias celebradas en el palacio de la Zarzuela: una con motivo del Día Mundial en Memoria de las Víctimas por Accidente de Tráfico y otra con la Asociación para la Prevención, Reinserción y Atención a la Mujer Prostituida.
La Reina ha rescatado el traje de raya diplomática en color azul marino firmado por Hugo Boss que marcó la cuarentena. Si bien en el día de su estreno la combinó con una camiseta básica de color blanco, esta vez ha apostado por un modelo azul marino, a juego con salones de ante de Magrit.
Doña Letizia se ha deshecho de la alta joyería y ha completado su look con los aros de oro que comparte con la princesa Leonor y el anillo de Karen Hallam.
Después de un fin de semana de descanso, los Reyes pondrán rumbo a Estocolmo (Suecia), una estancia de dos días cargadas de actos: desde un desfile en carruaje, visita al Museo Nobel, hasta la cena de gala de rigor en la que serán agasajados por los miembros de la casa real sueca y donde la Reina volverá a recuperar la tiara. Se trata del primer viaje de Estado de Felipe y Letizia tras la pandemia, un encuentro muy esperado cuyo objetivo principal es fortalecer las buenas relaciones entre los países, además de estimular la colaboración para la recuperación de ambos países tras la pandemia.