Tal y como estaba previsto, la reina Letizia llegaba a Sevilla alrededor de las 12 de la mañana para presidir la cumbre del turismo de la capital hispalense. Aunque en un principio era un acto organizado con la presencia de los dos Reyes, la cuarentena preventiva de don Felipe ha obligado a que se lleve a cabo con la exclusiva presencia de su mujer.

Al ser preguntada por la salud de su marido ha confesado que está "en perfecto estado". De hecho ha bromeado con la idea de que el monarca sentía "envidia" porque ella si pudiera viajar: "Le hubiera gustado mucho estar aquí porque es consciente del gran impacto que esta epidemia está generando en el turismo", manifestaba.

Para la ocasión, doña Letizia ha sacado del fondo de su armario uno de sus diseños más aplaudidos a nivel internacional. El vestido de seda estampada en color blanco que estrenó en junio de 2019 para la investidura de don Felipe como Caballero de la Orden de la Jarretera, aunque con claras diferencias.