La reina Letizia aterrizaba en Mauritania en la madrugada de este miércoles después de nueve horas de vuelo. Tal y como era de esperar, la mujer de Felipe VI pisaba suelo africano ataviada con el que ya se ha convertido en su uniforme en los viajes de cooperación. Camisa y pantalón blanco, botas y el clásico chaleco rojo.
Solo unas horas más tarde, la Reina comenzaba su periplo por Mauritania con una reunión para conocer la situación de desarrollo del país y todas las iniciativas que la Cooperación Española lleva a cabo en la zona. Después, ha podido conocer de primera mano el Proyecto de Distribución de Pescado, visita que ha realizado junto a la primera dama, Mariem Fadel Dah. La jornada matutina terminaba en una comisaria especial contra la violencia de género donde ha tenido la oportunidad de conocer a algunas de las víctimas.
Observando todas las imágenes, lo único que nos hace pensar que se trata de otro momento del día es que doña Letizia decidía recogerse la melena en una sencilla coleta para así estar más cómoda. Consciente de que le esperaba un día muy movido repleto de actos, la Reina ha lucido su versión más austera. Eso sí, ha viajado acompañada de su inseparable anillo de Karen Hallam.
Tras el almuerzo, la Reina ha visitado la facultad de Medicina y de Ciencias Jurídicas y Económicas de la Universidad de Nuackchot. Un distendido encuentro con los representantes de la misión de cooperación española en Mauritania pondrá el punto y final a este primer día.
Su estancia de dos días en Mauritania terminará este mismo jueves después de visitar una serie de invernaderos de la zona que tiene como objetivo promover la seguridad alimentaria y el empleo, además de ir al Centro de Emergencias. Finalmente, doña Letizia pondrá fin a su séptimo viaje de cooperación con un almuerzo en honor a la Primera Dama, con quien ha protagonizado muchos gestos de complicidad a lo largo del viaje.