Los Premios Princesa de Asturias son muy especiales para doña Letizia, no solo por el valor que tiene para la corona sino también porque es una manera de volver a casa cada año en su semana grande. Como era de esperar, la Reina ha conseguido brillar sin restar un ápice de protagonismo a sus hijas.
Después de darnos una de cal y otra de arena con los dos estilismos que ha lucido hasta el momento, la madre de Leonor ha recuperado la tradición de estrenar look en un acto tan importante para la familia real como son los Premios Princesa de Asturias. Doña Letizia ha hecho gala una vez más de su exquisita elegancia con un diseño de color oscuro con el que ha dado el protagonismo a sus hijas.
En concreto, la reina Letizia ha lucido un vestido en color negro silueta A, la que más le gusta y favorece, de The 2nd Skin. Un diseño con corte muy años 70, tendencia este año y en uno de los tonos favoritos para los Premios Princesa de Asturias, ya que lo ha lucido en más de una ocasión. Como complementos, la reina Letizia ha optado por unos salones y una cartera en el mismo tono.
La reina ha optado por recogerse su pelo en un moño bajo muy natural y, como en los grandes días, ha decidido abrir el joyero real para lucir las pulseras gemelas y los pendientes de chatones de Cartier, además de su inseparable anillo de Karem Hallen, como únicas joyas.
Los Reyes han sido los primeros en llegar al Teatro Campoamor pasadas las 18.30 horas que, además, estrenaba alfombra en esta edición que supone el regreso de la princesa Leonor tras su marcha a Gales. Inmediatamente después, se han unido a ellos sus hijas y la reina emérita que completaba la tradicional foto familiar mientras se escuchaban de fondo las tradicionales gaitas.
A lo largo de los años ha sido Felipe Varela el modisto de confianza elegido por la Reina para actos de esta índole a excepción del año pasado que en medio de esa etapa de austeridad decidió echar mano de su fondo de armario y rescatar un diseño de Delpozo.