La reina Letizia cumple 52: de su resiliencia en el trabajo a la verdadera relación que mantiene con el rey Felipe

La esposa del actual rey de España, con el que tiene dos hijas a las que ha dedicado su vida, salió airosa de la época más convulsa vivida desde que llegó a La Zarzuela

Álex Ander
Álex Ander

Periodista especializado en corazón y crónica social

La reina Letizia
Gtres

Mucho ha llovido ya desde aquel mes de noviembre de 2003 en el que Felipe VI, entonces príncipe heredero de la Corona, anunciaba su compromiso con la periodista Letizia Ortiz Rocasolano. A partir de entonces, aquella chica divorciada y plebeya se convirtió en objetivo prioritario de las revistas del corazón, que hicieron su agosto con anécdotas y chascarrillos varios. Que si Felipe la conoció mientras su romance con la modelo Eva Sannum todavía coleaba. Que si doña Sofía recibió con recelo a la asturiana, ya que la elección de su hijo no se ajustaba a lo que ella esperaba. Que si Juan Carlos no quería a su nuera porque era periodista y temía que filtrara informaciones. Que si esto y que si lo otro.

En realidad, desde el mismo momento en el que entró a formar parte de la 'empresa', Letizia se tuvo que acostumbrar a leer todo tipo de historias sobre su persona. Algunas tergiversadas. La mayoría, para qué engañarnos, con poco de ficción. Parece ser que Felipe y ella se casaron muy enamorados y que al principio vivían el uno para el otro, aunque las noticias vergonzantes sobre el emérito, algo que llevó a este a ser apartado de la vida pública y expulsado de España, así como la falta de sintonía entre Letizia y los miembros de su familia política, acabaron haciendo mella en el matrimonio, que lleva en el trono desde 2014.

El amor (y las crisis) de la reina Letizia y el rey Felipe

"Felipe y Letizia han atravesado crisis muy fuertes. Una de ellas casi les cuesta su matrimonio y pasaron varios meses separados”, escribió en nuestra revista Pilar Eyre, quien también asegura que los actuales monarcas funcionan hoy día como un equipo, pero su vida privada lleva caminos autónomos. "Felipe González suele decir que 'el divorcio no entra en los planes de ningún rey', y es cierto que ningún rey, ni en España ni fuera, se ha divorciado jamás. Juan Carlos y Sofía están separados desde hace décadas, en privado solo se dirigían la palabra para vituperarse, pero como reyes formaron una pareja icónica sin que nadie sospechara nada. 'No se van a divorciar, Felipe no quiere perjudicar a la institución y a Letizia le gusta ser reina'", me secretea una persona cercana a Zarzuela. Veremos".

Letizia, junto a Felipe y sus hijas
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Algunos monárquicos han celebrado siempre la actitud de Letizia, quien a menudo es descrita como un ejemplo de fortaleza y sacrificio, al haber puesto los valores de la monarquía por encima de su propia vida íntima. Otros han destacado lo bien que conoce el oficio y su afán por dar visibilidad a aquellas causas en las que cree. "Es una reina contemporánea que busca el equilibrio", opinó el periodista Jesús Rodríguez. "Respetuosa con los ritos y el protocolo (algo que le costó mucho asumir), pero también convencida de la necesidad de poner a punto una institución herida —cuestionada por parte de la sociedad española y objeto de controversia política entre los partidos—, que Felipe VI pretende convertir en 'una Monarquía renovada para un tiempo nuevo'".

Sus meses más convulsos

Asimismo, la esposa del jefe del Estado alcanza los 52 años habiendo salido airosa de la época más convulsa vivida desde que llegó a La Zarzuela. Lo peor para ella fue el escándalo por su presunta relación con su excuñado y examigo íntimo Jaime del Burgo. Muchos juancarlistas aprovecharon ese estallido para intentar desprestigiar el reinado de Felipe VI, al que tildaban de hombre manejado por su esposa. Curiosamente, Casa Real no movió ni un dedo para ejercer ningún tipo de censura, y fueron los propios medios españoles los que decidieron, motu proprio, ignorar el tema. 

Durante el tiempo que duró aquella tormenta, la consorte optó por ofrecer un perfil bajo y se granjeó el apoyo de un amplio colectivo de mujeres, lo que según Eyre "ha reafirmado su potente estatus dentro de la institución". Tanto entonces como ahora, Letizia se apoya especialmente en sus hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía, quienes ya están fuera del nido —la una en Gales y la otra en la Escuela Naval Militar—.

Lo que nadie podrá cuestionar es la exquisita educación que tanto ella como Felipe han dado a sus retoños, dos muchachas, exageradamente protegidas, a quienes parte de la opinión pública ve hoy en día como dos perfectas desconocidas, a diferencia de lo que sucede en otras casas reales europeas donde los miembros más jóvenes tienen bastante presencia mediática —lo que sirve para que sus futuros súbditos estén al tanto de cómo son realmente—. A fin de cuentas, no se puede querer lo que no se conoce, ni defender lo que no se quiere.