La reina Letizia ha dejado a un lado las videollamadas desde su despacho en el palacio de la Zarzuela y se ha puesto manos a la obra para prestar su ayuda como una voluntaria más de la Cruz Roja. La mujer de Felipe VI ha pasado la mañana en una de sus sedes madrileñas junto a una serie de trabajadores de la popular ONG que le han explicado a qué dedican su labor en estos días tan complicados a consecuencia de la crisis sanitaria.

Sin pensárselo dos veces, la consorte se ha puesto manos a la obra y se ha convertido durante unas horas en una más de este grupo de voluntarios.