La reina Letizia ha cerrado su semana de trabajo este jueves en el Real Monasterio de las Descalzas Reales. La mujer de Felipe VI ha presidido el acto de reapertura de las colecciones que se vuelven a abrir al disfrute del público. Recién estrenado el mes de diciembre, las bajas temperaturas ya no dan tregua y la consorte ya no se olvida del abrigo, una prenda 100% invernal a la que ha dado un giro a la hora de lucirla.
Si hace solo unos días rescataba su versión working girl en su encuentro con Garbiñe Muguruza en el Palacio de la Zarzuela, esta vez ha seguido el mismo camino en clave ejecutiva. Se trata de un traje sastre de corte masculino y estampado príncipe de Gales firmado por Hugo Boss que estrenó en 2020.
Compuesto por una blazer con doble abotonadura y pantalón recto, es uno de los trajes con más personalidad de su vestidor. En este caso lo ha combinado por una camiseta cruzada en color nude y botines, también de Hugo Boss, en color marrón.
Pero de vuelta a la prenda estrella de este estilismo invernal, un abrigo de corte oversize en color camel firmado por Caramelo que lleva en su armario más de una década. Pues bien, una vez más la Reina ha posado esta prenda exterior sobre los hombros en lugar de incluir sus brazos en las mangas, una costumbre muy repetida en las últimas semanas que aunque incómoda, ya que se te puede caer en cualquier momento, es una forma elegante y sofisticada de lucirlo.
Eso sí, a juzgar por las fotografías no es nada práctico ya que la Reina tiene que estar al tanto de que el abrigo no se descuelgue de sus hombros. En la imagen se ve como sostiene la solapa en todo momento, sin duda una manera engorrosa que también siguen otras royals como Máxima de Holanda.