Toda princesa consigue una de sus mejores estampas cuando se sube a una carroza, y en el caso de la Casa Real británica, por tradición es un transporte que se utiliza muy a menudo. Sin embargo, para Kate Middleton tener que trasladarse de un lugar a otro en este tipo de vehículos no es plato de buen gusto.
El motivo no es otro que la cinetosis, una enfermedad bastante común que se produce en las personas cuando se desplazan en automóvil, tren, avión y especialmente en barco. Este "mareo por el movimiento" provoca que la duquesa de Cambridge suela llevar una cara algo seria cada vez que le toca montar en un carruaje,
Esta afección suele ser común en niños, mujeres embarazadas y personas medicadas, sin embargo en la Familia Real británica hay alguien más que la padece, y esa persona es nada más y nada menos que la reina Isabel II. A consecuencia, tanto la monarca como la mujer de su nieto pueden sufrir vértigos, náuseas y vómitos.
Y es que es habitual adivinar la mala cara de Kate cuando sube a uno de estos medios de transporte y, por desgracia, suele hacerlo muy a menudo. Según han indicado fuentes cercanas a la duquesa y publica Sunday Mirror, "Lo cierto es que la duquesa de Cambridge se marea mucho y no disfruta del movimiento del carruaje. Además se preocupa mucho de que pueda estar enferma en un día tan importante como Trooping the Colour y eso le provoca estrés. El protocolo no le da opción: tiene que ir en carruaje".
El único consuelo que le queda a la mujer del príncipe Guillermo es poder ser comprendida por la reina Isabel que, a pesar de que también sufre estas molestias, lleva toda su vida utilizando estos vehículos. Por su parte, reconoce que el día de su coronación, en 1953, el recorrido de más de dos horas que tuvo que realizar en una carroza de 200 años de antigüedad fue horrible.
En cuanto al tratamiento que utilizan las dos royals para combatir y paliar estos efectos, Buckingham Palace se ha negado a hacer declaraciones.