La reina Isabel II está viviendo uno de los momentos más duros de su vida. Tras más de 70 años de matrimonio, el duque de Edimburgo fallecía el pasado 9 de abril a los 99 años. Una pérdida que ha sumido a la monarca en la más absoluta tristeza. A la espera de poder despedirse para siempre de su marido mañana, su majestad ha encontrado en sus mascotas el mejor consuelo.
Tras varios días en los que, aunque había protagonizado actos públicos, no había sido fotografiada, Isabel II ha reaparecido este viernes 16 de abril. Lo ha hecho conduciendo ella misma su Jaguar X-type verde por los terrenos del castillo de Windsor, en donde el duque de Edimburgo será sepultado en la capilla de San Jorge.
Entre los objetos más vendidos relacionados con la familia real británica llama la atención uno muy especial. Se trata de un peluche de un perrito inspirado en los perros favoritos de la reina Isabel II.
Una escena de lo más conmovedora, ya que la monarca no iba sola, sino que se encontraba acompañada por sus dos cachorros. Aunque había hecho público su deseo de no tener más perros para que en el caso de que ella falleciera no los dejara solos, Isabel II decidió hacerse con dos corgis más tras la muerte de Vulcan, un cruce de perro salchicha y corgi que murió unas semanas antes de semana santa.
Así, la llegada de los dos corgis supusieron una inyección de alegría para la reina Isabel II y, en la actualidad, le han servido de distracción para desconectar tras la muerte del duque de Edimburgo hace justo una semana.
Unos días que la monarca está “soportando bien”, según ha desvelado una fuente cercana a palacio al MailOnline, a la espera de poder despedirse para siempre del duque de Edimburgo en el funeral que va a tener lugar este próximo sábado 17 de abril y que va a reunir a 30 invitados, entre los que se encuentran el príncipe Harry, quien volverá a aparecer en público tras meses alejado de la familia.