La reina Isabel II mantiene en vilo a todo Reino Unido después de que el pasado miércoles 20 de octubre cancelara un viaje a Irlanda del Norte por recomendación médica y pasara la noche en el hospital para someterse a “exámenes preliminares”. Unas noticias que han hecho saltar todas las alarmas en el país, más después de que la Soberana no acudiera al servicio religioso del domingo, una costumbre que había recuperado en las últimas semanas, tras meses sin asistir por la pandemia del coronavirus.
Según ha informado el diario británico ‘Mirrow’, la monarca no acudió el pasado domingo a la Capilla de Todos los Santos de Windsor y optó por quedarse descansando. Un gesto que no ha pasado desapercibido ya que, como ha recalcado la escritora Angela Levin a la mencionada publicación, para Isabel II acudir a la iglesia es un acto muy importante: “Ir a la iglesia un domingo parece un evento pequeño, pero es algo muy importante para la reina y para cualquier mujer de su edad. Es muy religiosa y es muy importante para ella personalmente ir a la iglesia todos los domingos”.
La reina Isabel II aparece en público con bastón por primera vez en 17 años
Aunque Isabel II se encuentra en Windsor descansando, la preocupación por su estado de salud no ha parado de aumentar desde el pasado miércoles, cuando decidió cancelar su agenda “tras recibir el consejo médico de reposar unos días”, según informó entonces el palacio de Buckingham, que posteriormente confirmó también su ingreso hospitalario.
"Se le hicieron algunos análisis preliminares, volviendo a Windsor durante la hora de la comida del jueves, y se encuentra bien", se podía leer en un comunicado. Además, la institución también ha confirmado que los problemas de salud de la reina no tienen nada que ver con el coronavirus, algo que apuntaron en un primer momento medios británicos.
Según el ‘Sunday Times’, la reina tiene previsto volver a su actividad para estar presente en la cumbre contra el cambio climático que se celebrará el 1 de noviembre en Glasgow. Todo mientras que el resto de la familia real británica continúa con su vida con total normalidad, como es el caso de Kate Middleton y el príncipe Guillermo, quienes fueron vistos junto a los príncipes George, Charlotte y Luis cogiendo un avión a un destino que, por el momento, se desconoce. Un viaje que podría ser un claro síntoma de que, tal y como se empeñan en recordar desde el palacio de Buckingham, la monarca se encuentra bien.