La casa real británica es la tercera más rica del mundo por detrás de la de Liechtenstein y Mónaco. Lejos de lo que se cree, no toda la economía de la corona inglesa pertenece a la reina Isabel II, sino al dueño del título de Rey de Inglaterra. Esto quiere decir que el palacio de Buckingham, el castillo de Windsor, además de las decenas de joyas pertenecerán a la persona que ocupe el trono, sea quien sea.
Después de conocer esto es importante diferenciar el patrimonio real y el personal. Según el diario 'Sunday Times' la cifra sería de 412 millones de euros de patrimonio privado, mientras que otros cálculos que suman las propiedades de la Corona estiman que la cuantía desus bienes asciende a unos 14.300 millones de euros.
Es tal la entrega que tienen los británicos hacia su corona que la Reina no está obligada a cuantificar sus bienes y tampoco a pagar impuestos, aunque lo hace desde 1993. Pero... ¿cuál es su secreto para mantener esa riqueza incuantificable?
El ducado de Lancaster es la fuente de ingreso más grande para Isabel II. Solo el año pasado tuvo unas ganancias de 22 millones de euros que se destinan, entre otras cosas, al mantenimiento de las residencias reales y a los gastos personales y oficiales de la Corona. Pero esto es solo el principio. El Crown State (empresa especialista en bienes) es el propietario del palacio de Buckingham y el castillo de Windsor, por lo que todos los gastos corren a su cargo. La Reina recibe el 15% de las ganancias que genera la administración de las fincas de esta empresa, que en 2019 será de 50 millones de euros.
Por si esto fuera poco, las propiedades privadas que la monarca ha ido heredando también dan beneficios. Este es el caso del castillo de Balmoral, donde pasa largas temporadas de verano y el castillo de Sandringham, donde disfruta de las navidades con su familia.
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A todo esto habría que sumarle una colección de obras de arte y el joyero real donde podemos encontrar sus piezas personales y aquellas que pertenecen a la Corona y que se estima entre 3.000 y 5.000 millones de euros.
Finalmente, lo que ha llamado la atención es que la reina Isabel II es toda una 'broker'. Según 'Sunday Times', las acciones de las que es titular tienen un valor en bolsa de 154 millones de euros. Sin duda, una fortuna que bien se merece pertenecer a una reina.