El reto envenenado que Felipe y Letizia han impuesto a la reina Sofía en su peor momento

La presencia (o no) de la reina Sofía en los Premios Princesa de Asturias vuelve a estar en boca de todos en un momento un tanto convulso para ella.

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Rebeca Alonso

Redactora digital de Lecturas

Letizia, Felipe y Sofía
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En vísperas de la celebración de la nueva edición de los Premios Princesa de Asturias, la Casa Real vuelve a ser poco clara en cuanto a la presencia de la reina Sofía (85 años) se refiere. Desde que Leonor debutara en los galardones que llevan su nombre hace ya una década, su abuela paterna quedó relegada a un discreto segundo plano. Tanto, que aunque su presencia en Oviedo es habitual su nombre no aparece reflejado en la agenda oficial. 

Este vacío no ha pasado desapercibido para nadie y confirma que el núcleo duro de la familia real, pese a lo que se quiera hacer entender, está formado únicamente por Felipe, Letizia, Leonor y Sofía. Sin embargo, aunque la reina emérita no figura en la agenda institucional su presencia en el Teatro Campoamor el próximo viernes 25 de octubre está más que confirmada. Algo que para muchos supone un "regalo envenenado" en un momento tan convulso para ella a nivel personal. 

La reaparición de la reina Sofía en Oviedo llega en un momento muy delicado para ella y, por ende, para el resto de la familia real. Los audios del rey Juan Carlos y Bárbara Rey han dañado de manera irremediable la imagen de la emérita y está haciendo temblar los cimientos de la Corona, una situación que ha provocado un enorme malestar en la madre de Felipe VI. "Su situación también es preocupante: me han contado que no duerme ni come, y llora mucho", revelaba a Lecturas Pilar Eyre. 

Y es que además de escuchar como el monarca aireaba los detalles de su vida familiar a su amante, doña Sofía está afrontando la enfermedad de su hermana Irene con mucho dolor. El deterioro físico de la princesa griega es evidente y está afectando directamente al ánimo de la emérita, que ve como quien ha sido su sombra y confidente se apaga poco a poco. 

Sofía y Leonor
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La inminente celebración de los Premios Princesa de Asturias vuelven a poner el foco en la reina emérita y su estado ahora que parece que las aguas se han calmado de nuevo.  Mientras que los reyes y sus hijas llegarán a Asturias el jueves con tiempo de sobra para organizar sus compromisos, doña Sofía, por su cuenta y riesgo, viajará a Oviedo en la misma mañana de la celebración de la gala coincidiendo con la aparición de don Felipe, doña Letizia, Leonor y Sofía en el Hotel Reconquista para su tradicional encuentro con los premiados. 

Casa Real ha dado un paso al frente para reivindicar la figura de la reina Sofía ante el declive más que evidente del rey Juan Carlos. Y así, la figura de la reina se vuelve a poner por delante de la de la esposa, madre o abuela que estaría atravesando un tsunami de sensaciones difíciles de gestionar. "Ya no duele como antes, han sido muchos golpes", asegura a ¡Hola! una fuente cercana a la emérita. Además, se siente "muy querida y respaldada" por el pueblo, y no puede sentirse más orgullosa de que se ponga en valor su trabajo para la Corona.

La reina Sofía afronta un 86 cumpleaños agridulce

Un año después de conseguir reunir a sus tres hijos y algunos de sus nietos a la mesa, doña Sofía afronta un 86 cumpleaños agridulce. Ta y como ha publicado la revista ¡Hola!, la emérita ha organizado una comida íntima en el Palacio de la Zarzuela para el día 2 de noviembre. Una cita a la que se sumarán sus hijos, su hermana Irene y algunos de sus amigos más íntimos. 

No obstante, no habrá mucho tiempo para celebraciones y es que esa misma tarde doña Sofía pondrá rumbo a Nueva York para presidir los prestigiosos premios del Queen Sofia Spanish Institute. Según detalla la mencionada publicación, hará entrega del premio excelencia al director de orquesta Gustavo Dudamel.