Rania de Jordania cumple 54 años: de su papel como abuela a su afición al lujo y la vida cara

Rania de Jordania, que acaba de ser abuela por primera vez, ha colaborado siempre activamente en la gestión del país junto a su esposo, el rey Abdalá II

Álex Ander
Álex Ander

Periodista especializado en corazón y crónica social

Rania de Jordania
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Rania de Jordania (54 años) se encuentra pletórica. A principios de agosto se convertía en abuela por primera vez, después de que su nuera Rajwa Al Seif, casada con el príncipe Hussein de Jordania, diera a luz a una niña llamada Imanen el Centro Médico Rey Hussein, situado en Amán, la capital del país. Poco después del alumbramiento, la consorte compartía varios posados con su nieta, una estampa enternecedora que mostraba su faceta más íntima y familiar. “Iman, ya tienes cogido mi corazón. ¡Nuestra familia nunca ha sido más feliz!”, rezaba el comentario que acompañaba las imágenes.

A la alegría del nacimiento del nuevo miembro de la familia hay que sumar que este sábado, día 31, Rania celebra su 54 cumpleaños, consagrada como una de las 'royals' más elegantes y atractivas del panorama internacional. Nacida en Kuwait, en el seno de un humilde matrimonio de refugiados palestinos, la consorte se formó en Gestión Empresarial en la Universidad Americana de El Cairo. Luego se instaló en Amán, donde su familia se había asentado tras huir nuevamente por la Guerra del Golfo, y allí le ofrecieron trabajar en el departamento comercial de Apple.

Rania de Jordania

Rania de Jordania posa con su nieta Iman. 

Instagram @queenrania

Su vida cambió totalmente cuando, en una cena organizada en enero de 1993, conoció a Abdalá, hijo mayor del rey Hussein I de Jordaniay su segunda esposa, la princesa Muna. Apenas seis meses más tarde, la pareja contrajo matrimonio en una de las bodas reales más románticas que se recuerdan. El día del evento fue declarado fiesta nacional y la gente se agolpó en las calles de Amán para ver a los tortolitos montados en un coche descapotable. No mucho después, en junio de 1994, el matrimonio dio la bienvenida a su primer hijo Hussein —otros tres nacieron más tarde: Iman (1996), Salma (2000) y Hashem (2005)—.

El giro de guion que cambió la vida de Rania de Jordania

Rania no esperaba ser reina cuando se casó, ya que no estaba previsto que Abdalá heredase el trono hachemí debido a la inestabilidad política del país. De hecho, el entonces monarca había dispuesto que esa responsabilidad recayera sobre los hombros de su hermano, el príncipe Hassan. Pero el susodicho cambió de opinión poco antes de morir en 1999 y designó como heredero a Abdalá. “Apoyé plenamente su decisión”, escribió luego su viuda, Noor de Jordania, que en aquel momento regresó a su Estados Unidos natal. “Contrariamente a lo que afirmaban los rumores mediáticos –que yo había estado presionando a Hussein para que nombrase sucesor a Hamzah– yo siempre había defendido que Hamzah debía tener la oportunidad de ir a la universidad y de desarrollar sus facultades e intereses intelectuales”.

Parece ser que aquel giro de guión supuso "un gran shock" para Rania, quien según algunos de sus conocidos tan solo aspiraba a ser la mujer de un oficial del ejército con una vida cómoda. La primera disposición legal de su esposo consistió en un decreto real que nombraba príncipe heredero a su medio hermano de 18 años, Hamzeh, hijo preferido del fallecido rey y de su madrastra Noor. Pero Rania, que es más ambiciosa de lo que algunos han aputado, acabó moviendo los hilos para hacer valer la primicia del derecho de sangre de su primer retoño, al que designaron nuevo heredero al trono —una jugada que enfrió todavía más la ya de por sí distante relación entre los actuales reyes y Noor—.

Desde entonces, la consorte ha tenido ocasión de modernizar el papel de la mujer en su país y ha colaborado activamente en la gestión del lugar junto a su esposo, al que ofreció apoyo incondicional durante el polémico intento de golpe del príncipe Hamzah. Incluso se ha mojado públicamente sobre ciertas cuestiones políticas como la guerra en Gaza y el conflico árabe-israelí. “El silencio es ensordecedor (...) y hace que el mundo occidental sea cómplice [de las muertes en Gaza] a través del apoyo que le dan a Israel bajo la premisa de que solo se está defendiendo”, comentó recientemente en una entrevista. Varios años antes de esto, ya había ofrecido un contundente discurso contra el radicalismo religioso en un acto en Abu Dabi: “Los extremistas se basan en la complacencia de los moderados. Piensan que no vamos a hacer nada para frenarlos. Mi islam no es así”.

Rania, junto a su familia
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La vida de lujos de Rania de Jordania

Según revelaron los cables de Wikileaks, Rania posee tanta inteligencia como carácter. También es vox populi que se cuida bastante —sigue una dieta basada en la ingestión de alimentos con bajo Índice glucémico y practica disciplinas como el yoga y el pilates— y que es una enamorada de las firmas de lujo occidentales. Aunque cabe señalar que, en alguna ocasión, su gusto por la vida cara le granjeó críticas por parte de sus súbditos. Sucedió por ejemplo en verano de 2010, cuando, en vísperas del estallido de la primavera árabe, organizó por su 40º cumpleaños un fiestón, en pleno desierto de Wadi Rum, al que acudieron más de 600 invitados y donde no se escatimó en gastos de iluminación y decoración vegetal.

Es imposible olvidar el impresionante vestido de Dior que lució en la boda de su hijo Hussein o el ya icónico diseño de Elie Saab repleto de bordados plateados que estrenó para su coronación. 

Se desconoce el tipo de celebración que tendrá pensado para este fin de semana, pero lo que es una realidad es que lo hará rodeada por toda su familia y amigos íntimos.