La reina Sofía (85 años) es una persona que no suele mostrar sus sentimientos en público, dado el papel institucional tan importante que ha tenido durante gran parte de su vida como monarca. Por ello, el pasado viernes resultó muy chocante verla llorar desconsoladamente en un acto que estaba presenciando. Ahora sale a la luz el motivo que le habría llevado a esta situación y es que entonces descubrió que no iba a poder asistir a la jura de la Constitución de su nieta la princesa Leonor (18 años).
A lo largo de toda su trayectoria siempre se le ha visto con mucha templanza y controlando todas las situaciones, sin que ninguna le sobrepasase. Incluso pudo guardar la compostura en algunos fallecimientos familiares, aunque en el reciente de su hermano Constantino sí que se le pudo ver muy emocionada. Doña Sofía no pudo contener las lágrimas al hacer entrega del premio rector honorario vitalicio a Emilio Lora-Tamayo, físico y expresidente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas.
El motivo de las lágrimas de la reina Sofía
El martes 31 de octubre se vivió un momento histórico para nuestro país. La heredera al trono cumplió 18 años con todo lo que ello implica. Por un lado, todo lo concerniente a la parte institucional ya se ha detallado, con una jura de la Constitución ante el Congreso de los Diputados, donde estuvo acompañada únicamente por sus padres y su hermana, la infanta Sofía.
Se determinó que, en las gradas del Congreso, no hubiera nadie más que su familia más directa. En un momento dado se había llegado a pensar que los abuelos, tanto por parte materna como paterna también estarían presentes. Sin embargo, esa opción fue posible. Quizá este sea uno de los peores momentos de la reina Sofía que continúa siendo uno de los miembros más activos de la Casa Real pero que ve que es 'dada de lado'.
Desde el diario ‘El País’ destacan que el principal motivo de esta decisión habría sido no realizar distinciones entre Sofía y Juan Carlos, los padres del rey Felipe VI. Por su parte, al rey emérito se le ha querido apartar de este tipo de eventos para que no se le relacione con la imagen de la Princesa de Asturias, dadas las últimas polémicas que Juan Carlos I protagonizó en nuestro país antes de trasladar su residencia a los Emiratos Árabes.
La reina Sofía, solo en la celebración privada
Después de todas las obligaciones a las que la heredera a la Corona se enfrentará a partir de su mayoría de edad, tuvo lugar un almuerzo en el Palacio Real con todos los poderes del Estado. A este evento tampoco acudieron los abuelos de la cumpleañera, viéndose relegados a este respecto y únicamente pudiendo estar con su nieta en la celebración privada que a última hora de la tarde tuvo lugar en el Palacio de El Pardo.
Allí estuvieron todos los abuelos de la hija mayor de los monarcas españoles. Para la ocasión, el que fuera el Jefe de Estado de España durante casi 40 años decidió viajar desde Abu Dabi para asistir al acto donde su nieta se convertirá en la sucesora de su hijo, a pesar de no poder acudir al solemne acto de la jura de la Constitución. Sin embargo, Juan Carlos ha considerado que es más importante estar con su nieta y con su hijo en un día tan señalado.
El momento complicado de la reina Sofía
Como ya hemos mencionado, pocas han sido las ocasiones en que hemos podido ver derrumbarse a la madre del rey Felipe. Sin embargo, bien es sabido que este año está siendo bastante complicado para ella. A la muerte de su hermano Constantino se une la enfermedad de su hermana Irene, uno de sus grandes apoyos durante toda su vida y que ahora es la principal ocupación de Sofía.
Irene de Grecia siempre ha sido la sombra de su hermana, estando presente en todos sus momentos importantes. Sin embargo, hace unas semanas la revista Lecturas desvelaba en exclusiva que la hermana de la reina sufre el llamado ‘mal del olvido’, lo que está provocando que a Irene se le borren los recuerdos, sobre todo los de su infancia e incluso algunos rostros. Sin duda, un momento complicado para la reina Sofía que está viendo el deterioro de su hermana y todo lo que conlleva.
No obstante, desde el fallecimiento de la madre de ambas, Irene se trasladó a vivir al Palacio de la Zarzuela para poder seguir estando al lado de su hermana. Es por ello por lo que las hemos visto en distintos actos a los que ha acudido la monarca, ya que se ha convertido en su sombra que la acompaña a todos lados.